Judicial

Arantxa Sánchez Vicario, condenada a dos años de cárcel

El extensista y su marido también tendrán que pagar más de 6 millones de euros de indemnización por levantamiento de bienes

ARA
y ARA

BarcelonaLa extenista Arantxa Sánchez Vicario ha sido condenada a dos años de cárcel y multa por maquinar una trama para evitar el pago de una deuda de más de seis millones de euros con el Banco de Luxemburgo. Sin embargo, el ex número 1 del ranking ATP no pisará la cárcel. La sentencia también acuerda la suspensión de la pena impuesta a Arantxa Sánchez Vicario ya otro de los condenados durante un período de dos años, siempre que no cometan más delitos. Quien sí entrará en prisión es su exmarido Josep Santacana, con quien se casó en el 2008, que ha sido condenado a una pena de tres años y tres meses. Además, la magistrada ha condenado al extensista ya su exmarido a pagar, como responsabilidad civil, una indemnización conjunta en el Banco de Luxemburgo de 6.620.127,60 €. En cuanto a los otros investigados, otros tres han sido condenados a una pena de un año y tres meses y uno de ellos ha quedado absuelto después de que se retiraran todos los cargos en su contra.

La sentencia explica que hay suficientes indicios que indican que los condenados cometieron levantamiento de bienes. O sea: descapitalizaron su patrimonio para eludir el pago de seis millones de euros adeudados al Banco de Luxemburgo. Esta deuda venía de un préstamo que la pareja había pedido a la entidad por hacer frente a una multa de 5,2 millones por fraude a Hacienda.

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La diferencia entre las penas de ambos se debe a que Sánchez Vicario "asumió su responsabilidad de los hechos" y alegó que "no tenía ningún conocimiento relativo a la gestión de bienes". Por contra, sobre Santacana la sentencia deja claro que la justicia ha considerado "absolutamente probado" que fue él quien gestionó "el patrimonio de su mujer desde que en noviembre de 2009 se quedó con su control". El texto también explica que el exmarido habría "ideado y llevado a cabo las operaciones de despatrimonialización que comportaron la imposibilidad de pagar la deuda".

El caso se remonta a 2003, cuando la Audiencia Nacional consideró que el deportista tenía su residencia en España y no en Andorra, como ella aseguraba. Por ello, Sánchez Vicario fue condenada por el impago del IRPF entre 1989 y 1993. Esta multa ascendía hasta los 5,2 millones. El extenista recorrió y no fue hasta el 2009 que el Tribunal Supremo dio la razón a la Audiencia Nacional. Entonces ya llevaba un año casada con Santacana y para hacer frente al pago pidieron un préstamo en forma de contra aval al Banco de Luxemburgo.