Bonaventura Clotet: "Demostraremos que el VIH se puede curar y se puede erradicar"

Bonaventura Clotet (Barcelona, 1953) ha dedicado su vida profesional a luchar contra el VIH. Pocos días después de celebrar el Día Mundial de la Lucha Contra el Sida, el 1 de diciembre, el director del IrsiCaixa se muestra convencido de que la enfermedad es erradicable e insiste en la aprobación de una nueva ley de mecenazgo para relanzar la investigación científica.

¿En qué momento está la lucha contra el VIH y el sida?

Buscamos poder demostrar que el sida es una enfermedad que se puede curar y que se puede erradicar, y yo creo firmemente que esta prueba de concepto la podremos tener lista en cinco o siete años, pero esto depende de los recursos que se destinen. Hasta ahora se ha conseguido en un caso, el denominado paciente de Berlín, que después de un trasplante de médula ósea porque padecía una leucemia eliminó el virus. Esto no es trasladable a la mayoría de ciudadanos.

¿Como conseguirán la curación? ¿Cuál es la línea de investigación futura más prometedora?

El virus es capaz de esconderse y quedarse latente en determinadas células. Por eso la prueba de concepto definitiva deberá combinar varias estrategias, a través de la colaboración internacional. Seguramente habrá un mecanismo que haga emerger todas las células infectadas, y otro que las destruya. Puede ser una vacuna terapéutica que reeduque el sistema inmunitario. Existen diferentes ensayos que estamos haciendo y otros que empezaremos dentro de dos o tres años. Aparte de la parte inmunógena, la vacuna también debe tener un buen vehículo transportador que la lleve donde sea necesario. No sirve de nada tener un coche muy bueno pero un conductor muy malo.

Pero a pesar de los continuos avances científicos, el virus ha demostrado una gran capacidad de resistencia.

Es cierto que la mitad de los 37 millones de enfermos que hay en el mundo no tienen acceso a los fármacos. En muchos países de África, donde los tratamientos no son los óptimos, se está produciendo un aumento de los casos de virus resistentes. Si esto se expande, tendremos un problema incluso con los medicamentos actuales, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) vela para que eso no ocurra.

¿La humanidad se enfrenta al peor virus que ha conocido hasta ahora?

La respuesta depende de varios parámetros. Lo que ha quedado claro es que el VIH tiene una gran capacidad de mutar y va cambiando continuamente. En general, debemos pensar que si una persona está en tratamiento tiene la enfermedad bajo control y, además, el virus no es transmisible. Eso sí, necesitamos una vacuna capaz de hacer frente a las diferentes variantes virales que se van generando, por lo que se deben diseñar anticuerpos neutralizantes o inmunoglobulinas. Se trata de buscar qué parte en común hay en todos los tipos de VIH, porque si no siempre iremos un paso por detrás de la enfermedad. En investigación hay que pensar siempre que no lo tienes todo y que algo se te escaparà.

¿Cómo valora el trabajo de la Fundación Lucha Contra el Sida, que usted preside?

Gracias a Miguel Bosé, que es nuestro embajador, hace más de siete años que hacemos una gala contra el sida, al estilo de las cenas solidarios de EEUU. En este tiempo hemos podido recaudar unos 4 millones de euros, pero necesitamos una ley de mecenazgo mucho más abierta.

¿En qué consistiría esta ley?

Debería representar una deducción fiscal suficientemente significativa para estimular la donación por parte de personas que tienen mucho dinero, además de un buen reconocimiento público de las personas que hicieran estas donaciones. En Holanda el mecenazgo desgrava un 100%, en Francia un 60%, pero en España sólo el 30%. Cataluña, como país, debería alcanzar los niveles de Holanda. Te sorprenderías de toda la gente que puede dar 100.000 euros y no les representa mucho esfuerzo. Además, el sida es un modelo de envejecimiento acelerado, o sea que en este caso invertir es contribuir a investigar para todos.

¿Qué piensa de la profilaxis preexposición (Prep)?

Es clarísimamente necesaria y útil para prevenir infecciones, pero antes se debe estudiar bien e implementar adecuadamente. El coste está justificado porque siempre será mejor prevenir tratamientos que son de por vida, pero hace falta educación para que no aumenten otras enfermedades. La realidad es que el sida sigue siendo un problema de primer orden. No es algo vintage que interpele a los demás.