Cambios en los controles de los aeropuertos: ya no habrá que sacar los líquidos y portátiles de la maleta

BarcelonaLa obligación de sacar los líquidos y los ordenadores portátiles de la maleta en los controles de seguridad de los aeropuertos tiene los días contados. Según ha avanzado El País y han confirmado al ARA fuentes de Aena, la previsión es que la norma se levante en los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat entre finales de 2023 y comienzos de 2024 y que posteriormente se extienda al resto de aeropuertos de la red Aena. Esto será posible gracias a una "importante inversión" en tecnología EDSCB (explosive detection system for cabin baggage), que dotará a los aeropuertos de nuevos escáners con rayos X para generar una imagen 3D del interior de los equipajes, que se podrán inspeccionar sin necesidad de abrirlos.

"Ya no se tendrán que poner los dispositivos electrónicos ni los líquidos en bandejas para pasar el control", afirman las fuentes del gestor aeroportuario, que precisan que la implantación del nuevo sistema será "progresiva" y que, por lo tanto, no llegará a todas las terminales ni filtros de seguridad a la vez. Con los nuevos equipos también se pondrá punto final a la restricción máxima de transportar 100 mililitros de líquido en la maleta –otra de las normas que se mantienen vigentes desde principios de los 2000 ante la alerta por atentados terroristas– y, por lo tanto, será posible subir al avión con botes de jabón o champú grandes, botellas de agua y refrescos. No se concreta, sin embargo, cuál será el volumen máximo permitido a partir de ahora.

Líneas automatizadas e inspección remota

Las medidas, que implicarán la adquisición de 261 equipos tanto para los filtros de seguridad como para la inspección del equipaje en bodega, se enmarcan en la inversión de 1.170 millones de euros en materia de seguridad que Aena prevé haber hecho entre 2018 y 2028. Entre las novedades en este sentido, según las mismas fuentes, también estará la implementación de "líneas automatizadas" para la gestión de las maletas de mano y un "sistema de inspección remota" para agilizar los flujos en los controles de los aeropuertos. Esto permitirá, por un lado, separar las maletas sospechosas de las que no lo son, y la gestión y el regreso de las bandejas de manera automática sin que el pasajero tenga que preocuparse. Por otro lado, que la inspección de los equipajes se pueda hacer desde una sala remota, "sin necesidad de que el vigilante esté físicamente en el filtro de seguridad" y que, por lo tanto, pueda trabajar con "más concentración".