Los pasajeros aéreos europeos ponen fin a la agonía pospandémica
El aeropuerto de El Prat es el quinto con mayor tráfico de viajeros del continente
BarcelonaHa costado, pero finalmente, el transporte aéreo europeo ha logrado dejar atrás la pandemia. Fue el sector económico que recibió el mayor impacto de la emergencia sanitaria, no sólo porque todo se detuvo durante meses y hubo países como China que tardaron años en reabrir fronteras, sino también por todas las crisis internas que le provocó. Las aerolíneas se endeudaron para aguantar el temporal y, al mismo tiempo, vieron cómo se disparaban los costes y cómo desaparecían los pilotos.
Los primeros síntomas de recuperación se detectaron en 2021, con rebotes más pronunciados en 2022 y 2023 en el sector aeronáutico, pero fue en 2024 cuando se logró pasar página, con un crecimiento anual del 8,3%, según datos publicados esta semana. Así, la cifra total de pasajeros aéreos europeos se situó en los 1.100 millones de viajeros el año pasado, por encima de los 1.000 millones que registró en 2019.
(UB) y experto en infraestructuras, Xavier Fageda. Es aquí cuando se entiende que, alcanzado los niveles prepandémicos, los principales crecimientos se están produciendo en los meses más allá de la temporada de verano, como febrero (+13%), marzo (+12%) y mayo (+10%). En cambio, han sido más discretos los aumentos de julio (+6%) y agosto (7%), tendencia que también se está produciendo en aeropuertos que han superado su límite máximo teórico, como el de Barcelona.
Todos los países europeos registraron incrementos significativos de pasajeros durante 2024, con Hungría como el país que más lo hizo (+19%), seguida de la República Checa (+18,9%). España no fue de los mercados que más creció, pero tampoco se quedó atrás, con un aumento de los viajeros en avión de cerca de un 10%, hasta los 259,7 millones, la mayor cifra alcanzada en toda Europa, a mucha distancia del segundo y tercer país, Alemania (199,5 millones) e Italia (182,3 millones). "España es uno de los países que se han recuperado más rápido", remarca Fageda. Ha influido en que el turismo por ocio se haya convertido en el principal motor del tráfico aéreo, en detrimento de los viajes de negocio, que no se han recuperado todavía de la cóvida y que se han sustituido en muchos casos por videollamadas.
De hecho, España es el país de Europa que movió a más pasajeros, un liderazgo que ya tenía antes de la pandemia, pero que ahora se ha reforzado como potencia turística aún más, así como por todo el tráfico que se mueve hacia Canarias y Baleares. Si en 2019, España ocupaba la primera posición con 228,3 millones de pasajeros; en la segunda, se encontraba Alemania con 226,8 millones, un mercado en el que los viajes de negocio tenían más peso. La orden se ha mantenido después de la pandemia, pero la distancia entre España y Alemania se ha ampliado, pasando a una diferencia de pocos millones a una de más de 60 millones.
Por otro lado, España lidera el tráfico con origen o destino en otros países de la UE durante todo el 2024, con 123,8 millones, un 11,6% más en comparación con el 2023. Ocupa la primera posición del ranking, seguida a cierta distancia por Alemania, con 100,5 millones, e Italia, con 92, Aquí juega un papel clave el liderazgo del aeropuerto de Barcelona en las conexiones europeas, con el destacado papel de Vueling, su principal aerolínea. El Prat es el segundo aeropuerto que mueve a más pasajeros entre países europeos, con 25,9 millones, solo por detrás de Ámsterdam, con 32,4 millones. Y es el aeropuerto donde se operó la ruta que más pasajeros movió de toda Europa durante el pasado año, con destino Palma, una cifra que, además, creció respecto al año anterior.
Un liderazgo que Barcelona no mantiene en cuanto a las rutas intercontinentales, la principal razón sostenida por Aena para alargar la tercera pista, pese al rechazo social que ha despertado. Con un destacado protagonismo de las conexiones hacia Norteamérica, el líder indiscutible en este campo es París Charles de Gaulle (41,4 millones). Luego vienen Amsterdam (34,5 millones), Frankfurt (32,2 millones), Barajas (25,6 millones), Roma (16,7 millones), Dublín (16,7 millones) y Munic (15,1 millones). No es hasta la octava posición en la que aparece Barcelona, con 14,8 millones de pasajeros. Sin embargo, cuando se suman ambos tráficos, más los vuelos nacionales, El Prat se mantiene entre los cinco aeropuertos más importantes de Europa, con más de 55 millones pasajeros, superado, eso sí, por Barajas, con 66,1 millones.
Volar sale más caro
Lo que todo el mundo tiene claro es que, después de la pandemia, volar sale más caro. Han influido las múltiples crisis que ha vivido el sector. Primero, con el encarecimiento del petróleo, que representa un 30% de los costes que tienen las aerolíneas, pero también con la subida de precios en el mercado de emisiones, cuyos permisos para contaminar llegaron a ser de 90 euros por tonelada. Después, vinieron los préstamos, como los que recibieron la española Air Europa, así como los cierres, como Alitalia, que inició una nueva etapa como ITA Airways. Norwegian, con base en Barcelona, sufrió también un fuerte proceso de reestructuración.
Los costes se han ido normalizando, pero el sector continúa su concentración, en la que los grandes grupos son los más beneficiados –la entrada de Turkish Airlines en Air Europa o el interés de IAG, Air France y Lufthansa por la portuguesa TAP–. Sin embargo, los pasajeros no lo notan en sus bolsillos. "Unos costes más altos, menos competencia y una fuerte demanda hace que volar sea más caro", habla Fageda, sin olvidar que también presionará al alza los precios la subida de tasas que aplicará Aena a partir del próximo año.