Todas las cartas del 12-M sobre la mesa

Con el anuncio de Carles Puigdemont de que será candidato a la Generalitat el 12 de mayo ya tenemos completa la tríada de presidenciables con mayores posibilidades: el propio Puigdemont; el jefe de la oposición y candidato socialista, Salvador Illa, y el actual presidente, Pere Aragonès (ERC). Todas las cartas, pues, están sobre la mesa. Lamentablemente, la amnistía todavía no estará en vigor durante la campaña, lo que imposibilitará que Puigdemont pueda pisar las calles de Catalunya con total libertad, al igual que tampoco podrán hacerlo la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, y la resto de exiliados. Es evidente que la promesa de Puigdemont de volver para la investidura, cuando previsiblemente la amnistía podría estar ya en vigor, será uno de los ejes de la campaña, pero no puede ser el único. En su discurso en Elna, el propio líder de Junts ya ha subrayado que el país tiene muchas urgencias en resolver más allá del conflicto con el Estado.

A lo largo de las próximas semanas, y más en concreto durante la campaña, habrá que ser exigentes con los distintos candidatos para que expliquen cuáles son sus planes para la gobernación del país. Una vez ha quedado claro que la independencia no depende de la voluntad de una sola persona y que no será un proceso ni rápido ni fácil, la ciudadanía merece saber con exactitud qué piensa hacer cada candidato, con qué socios piensa gobernar y cómo plantea la relación con el Estado. A continuación presentamos algunos ejemplos. El cabeza de lista socialista, por ejemplo, todavía no ha detallado cuál es su propuesta de financiación autonómica, un elemento clave a la hora de ir a las urnas el 12-M porque afecta a los recursos y la calidad de nuestro estado del bienestar. Aragonés debe clarificar la posición de su partido sobre cuestiones como la ampliación del aeropuerto y la gestión del turismo, y también cómo piensa conseguir un referéndum pactado. Y Puigdemont tendrá que aclarar si comparte las posiciones de Junts, por ejemplo, en materia de fiscalidad, a favor de suprimir el impuesto de sucesiones, y sobre proyectos como el Hard Rock. Y, sobre todo, qué pasos propone para "culminar" el proceso de 2017.

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Siete años después del 2017, los catalanes merecen que los candidatos vayan con la verdad por delante y con las lecciones del pasado aprendidas. Es cierto que la política actual tiene mucho emocional y de relato, pero al fin y al cabo todos estos discursos deben aterrizarse después en una gestión concreta, que además debe realizarse en el marco legal vigente. El independentismo, de derechas o de izquierdas, ya no puede apelar sólo a la épica, y más después de haber iniciado el camino de la negociación con el Estado, de resultado incierto pero único transitable. Animamos a los partidos, pues, a presentar programas electorales detallados y realizables y que tengan en cuenta a toda la población y no sólo a una parte. A debatir y contrastar con el resto de candidatos. A no caer en las provocaciones de la extrema derecha ni en su marco mental. Y la noche electoral, a respetar los resultados, especialmente si no son los esperados.