Una catástrofe evitable
A medida que pasan las horas y aumenta el balance de víctimas crecen también las críticas a la gestión que ha realizado el gobierno de Carlos Mazón de los efectos de la DANA en la Comunidad Valenciana. Aún hay muchas incógnitas por resolver, y ahí apuntaremos sólo algunas, pero es evidente que Mazón tendrá que dar muchas explicaciones si se quiere mantener en el cargo. De entrada, visto con perspectiva, resultan incomprensibles y de una irresponsabilidad absoluta sus declaraciones del martes al mediodía en las que restaba importancia a la DANA y vaticinaba que a las seis de la tarde la tormenta se habría trasladado a Cuenca. El descrédito es tan grave que la Generalitat Valenciana ha borrado incluso el tuit oficial en un gesto del todo inútil, ya que el vídeo se ha hecho viral.
A lo largo de la tarde, sin embargo, ya se iba viendo que la situación empeoraba. Así, por ejemplo, Adif interrumpió la circulación de trenes entre Valencia y Madrid a las 18:15 h. Pero no fue hasta dos horas más tarde, a las 20.12 h, cuando la Generalitat se decidió a utilizar el sistema ES-Alert para avisar a toda la población de que se quedara en casa. Pero a esa hora ya era demasiado tarde. Las carreteras se convirtieron en una ratonera para miles de personas que volvían del trabajo o que, simplemente, habían decidido acudir a un centro comercial a pasar la tarde. Un uso eficiente de esta herramienta, acompañado por una comparecencia del presidente a media tarde, pudo salvar muchas vidas, según apuntan los expertos. Los daños materiales habrían sido igualmente catastróficos, pero no tanto humanos.
Porque la clave en la gestión de emergencias es la prevención, porque ningún dispositivo de rescate está preparado para atender a miles de personas a la vez, que es lo que se encontraron los bomberos y los cuerpos de seguridad en Valencia el martes por la noche . Su labor ha sido heroica y ha salvado muchas vidas, pero muchas se han perdido para siempre.
El ejemplo lo tenemos con lo que ocurrió en Florida a principios de mes durante el paso del huracán Milton. Las autoridades, empezando por el propio presidente Biden, ordenaron la evacuación de las zonas por donde se preveía que debía pasar y lanzaron un mensaje contundente: "Si se quedan, morirán". La evacuación de decenas de miles de personas, unas 80.000 que fueron alojadas en estadios y otras infraestructuras, es lo que permitió dejar el balance de fallecidos en 16.
Gobernar implica tener que tomar decisiones impopulares y costosas, porque no hacer esto puede tener consecuencias fatales. Mazón tendrá que explicar por qué no se hicieron bien las cosas, si fallaron los técnicos o si fue la dirección política. Sea cual sea, la tragedia es tan grave que se hace difícil pensar que el gobierno valenciano podrá continuar como si nada, empezando por el propio presidente valenciano, una figura que ha quedado muy tocada.
Ahora habrá que repensarlo todo, desde la política urbanística hasta las políticas contra el calentamiento global. Porque si algo es seguro es que en el futuro habrá más fenómenos meteorológicos devastadores como esta DANA.