COP26: el dinero para compensar a los países pobres, obstáculo clave de las negociaciones
El grupo LMDC, que incluye a China e India, quiere suprimir la mitigación de emisiones de la declaración final de Glasgow
Glasgow (Enviado especial)Faltan poco más de treinta y seis horas para el cierre oficial de la Cumbre de Glasgow y sigue todo por hacer. El presidente de la COP26, Alok Sharma, ha destacado este jueves que el capítulo financiero es el que más dificultades presenta en las negociaciones, junto con lo que se conoce como el artículo 6, el mismo que en el Acuerdo de París recogía la cuestión de los mercados de carbono y cómo los países compensan y negocian sus emisiones. "Estoy preocupado por un número importante de temas relacionados con las finanzas [la compensación de los países ricos a los desarrollados para adaptarse y hacer frente a las consecuencias del cambio climático y la transición de una economía basada en fósiles hacia una de limpia] el día anterior a acabar. Y aún hay muchas dificultades, incluso en cuestiones rutinariamente técnicas. Hoy no puede volver a pasar, tenemos que avanzar", ha dicho.
A lo largo de este jueves tienen que continuar los contactos entre las diferentes partes y, durante la próxima madrugada la presidencia británica hará público el segundo borrador de la declaración final. Sharma tiene la intención, quizás demasiado optimista, de llamar al plenario de los 197 países representados este viernes. "Todavía no hemos llegado donde tendríamos que estar. Nos queda mucho trabajo por hacer. El mundo nos está mirando y no nos podemos permitir fallar", ha insistido Sharma.
El miércoles por la madrugada se difundió el primer borrador, que ha sido leído por los diferentes actores que intervienen en la COP26 de manera desigual, más ambicioso en el capítulo de la mitigación de emisiones y mucho más ambiguo en cuanto a las finanzas.
Sobre este punto, el exnegociador australiano Richie Merzian, director del programa de Clima y Energía del Australia Institute, considera que el fondo de 100.000 millones de dólares anuales que el 2009, en la Cumbre de Copenhaguen, prometieron los países ricos a los pobres –el cumplimiento del compromiso se ha aplazado del 2020 al 2023– "tan solo es un punto de partida, y se necesita mucha más ambición". En el mismo sentido se ha expresado la considerada arquitecta del Acuerdo de París, del 2015, Laurence Tubiana. En un encuentro con el ARA y otros medios destacados en Glasgow, ha afirmado que "el capítulo financiero podría llegar a bloquear" la declaración final.
La historia tiene un peso
Però el capítulo financiero tiene muchas aristas y presenta, en consecuencia, muchas potenciales trabas. Al poco tiempo de la intervención del presidente Sharma, en otra conferencia de prensa, el jefe negociador de Bolivia, Diego Pacheco, hablando en nombre del grupo llamado LMDC, de veintidós países, y que incluye a China e India, ha pedido la supresión completa de la sección de mitigación de la declaración final, prueba de las enormes diferencias que todavía mantienen las partes implicadas.
El colectivo LMDC no cree que los países pobres tengan que tener los mismos plazos y ambiciones en materia de emisiones que las naciones ricas. "La historia importa", ha dicho. Y ha añadido que sería imposible que muchos miembros del grupo lograran la neutralidad de carbono a mediados de siglo, como han subscrito. La petición es, en el mejor de los casos, otra manera de subrayar la necesidad de los fondos para la transición y la compensación por los efectos del cambio climático.
A pesar del llamamiento de Pacheco, es prácticamente imposible que la sección entera se borre de un hipotético acuerdo final. Pero sugiere que las medidas descritas sobre los recortes de emisiones se podrían retardar o bien adaptar ad hoc para los países ricos y los que están en desarrollo. El acuerdo final necesita el consenso de las 197 partes que participan en las conversaciones.
La sección de mitigación incluye puntos que intentan limitar el calentamiento global en 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. También insta a los países a acelerar las actualizaciones de sus promesas sobre emisiones a finales de 2022. Y, en este sentido, otro punto que puede dificultar las conversaciones es, de acuerdo con Richie Merzian, la posición australiana. "Es el único país rico que no ha presentado una actualización para que el nivel de emisiones en 2030 permita asegurar la neutralidad en 2050. Y si un rico no lo hace, por qué lo tienen que hacer los países pobres".