Isidre Esteve: "El Dakar te aísla hasta el punto de que no sabes en qué día vives"

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Isidre Esteve dentro de su coche

MadridEl Dakar ya está en marcha, y con él muchas ilusiones y metas vuelven a nacer. Isidre Esteve (La Seu d'Urgell, 1972) ya es la séptima vez que participa con un coche en la prueba de motor más dura del mundo. Él es diferente, y no lo es porque sufra una discapacidad que lo hace estar en silla de ruedas, sino por los valores que representa y defiende dentro y fuera del coche. El piloto es perfeccionista, realista. Consciente de sus limitaciones, ha adaptado su coche pero no sus objetivos.

¿Qué es para ti el Dakar?

— Siempre que se acerca un nuevo Dakar lo afrontamos con una ilusión enorme porque lo preparamos durando todo el año. Intentamos corregir los errores de años anteriores y ver qué podemos mejorar. En estos dos últimos años, la pandemia ha dificultado mucho las cosas del día a día y en cuanto al trabajo en equipo. Ha hecho que muchas cosas no las pudiéramos hacer con el ritmo que queríamos. Una vez llega la carrera, te aíslas del todo y te olvidas de ello. El Dakar te traslada a un estado de normalidad, porque durante 15 días te levantas para competir y te vas a dormir, corrigiendo los errores y volviendo a correr. Para nosotros, que llegue esta carrera es un momento muy importante.

¿Cómo te esperas que sea este año, con el nuevo recorrido?

— Llevo 16 años compitiendo en el Dakar y no he vivido ninguno que sea fácil. Siempre hay un nivel de exigencia muy alto. Puede haber un recorrido que sea nuevo al 70% o que haya más dunas que nunca, pero el Dakar continuará siendo el mismo. Son etapas de 300 a 480 kilómetros con mucha piedra que pueden ser muy complicadas. Me espero un Dakar exigente, complicado y difícil, como tiene que ser. El trabajo que hemos hecho durante todo el año nos tiene que hacer llegar más convencidos de que llegamos a él preparados y de que sacaremos un buen rendimiento.

¿Crees que es menos peligroso que el año pasado, cuando murió Gonçalves? 

— En esta carrera pasan cosas que no nos gustan y todo el mundo trabaja para que no sea así. La Federación Internacional de Motociclismo, la Federación Internacional de Automovilismo, el equipo ASO... Todos buscan poner freno a todo esto. Yo creo que está más relacionado con la evolución de los materiales que llevamos tanto coches como pilotos de motos, más que con la carrera en si, que ha reducido la velocidad máxima de los coches. Pero no hay accidentes por eso. En motos se ha desarrollado el airbag, herramientas para hablar con los pilotos y activarlas en caso de accidentes. Yo creo en estas, porque de este modo mejoramos la seguridad para pilotar.

Isidre Esteve y Txema Villalobos

¿Cómo es el momento de vivir la muerte de un compañero? Álex Márquez, en una entrevista al ARA, afirmó que si le volviera a pasar ahora, no saldría a correr un GP.

— En la vida pasan muchas cosas que no nos gustaría que pasaran. Yo no creo en las decisiones radicales, creo en el trabajo muy planificado para evitar los accidentes. Desgraciadamente, pasan en el día a día, y se tiene que trabajar más y mejor para desarrollar productos que aporten esta seguridad.

¿Cómo gestionas mentalmente la preparación del Dakar?

— Lo mejor es prepararlo de forma profesional. Es lo que nos gusta, porque es nuestro trabajo. Damos las gracias por ser pilotos profesionales y nos levantamos cada día para entrenar y ser mejores y hacerlo bien. Tenemos a nuestro lado las marcas que nos dotan de los mejores materiales para poder competir. Nosotros vamos a competir todos juntos para conseguir un resultado. Estamos allí para hacer el trabajo que nos hemos propuesto.

¿Cómo es el día a día con tu equipo en una situación tan extrema?

— Lo que vivimos como equipo es extraordinario. En el día a día, todos los integrantes del equipo tenemos otra vida en casa. Tenemos la familia, otro trabajo, otras preocupaciones, etc. Cuando llegamos a la carrera, nos aislamos de esta segunda vida y entramos en otra en la que todos trabajamos por lo mismo y nos cuidamos los unos a los otros. Llega un momento en el que no sabes ni qué día de la semana es ni qué está pasando en el mundo, solo piensas en tenerlo todo a punto para salir por la mañana. Es otra vida, y tenemos la pequeña suerte de compartirla todos en el equipo. Es la segunda familia.

Isidre Esteve y Txema Villalobos

¿Como llevas tu mentalidad y espíritu de superación al día a día?

— Hace 14 años que tuve el accidente y uno de mis objetivos era hacer lo máximo para no renunciar a lo que me gusta y continuar en el mundo del deporte. Hay cosas que echo de menos, pero hay tantas cosas que valoro y he aprendido a hacer de forma diferente que ya no pienso tanto en ello. Intento disfrutar al máximo de lo que tengo y no pensar en lo que no tengo.

Explicas que cuando llevas el coche te falta una tercera mano. ¿Cómo podemos conseguir que no te falte?

— El día que el coche lleve cambio automático, para mí será un trabajo menos. Que los frenos pudieran ser eléctricos en vez de hidráulicos o manuales... Pero el tiempo juega a favor nuestro y cada vez será más fácil llevar este coche. 

Una parte imprescindible para ti es tu copiloto, Txema. ¿Cómo es la relación con él?

— Muy personal. Está por encima de todo. No hay ningún secreto, él sabe cómo soy yo y yo sé cómo es él. Conoce todos mis puntos débiles, lo que me pone nervioso y todos los detalles, y yo lo sé de él. Antes de que pasen las cosas ya sabemos que lo estamos haciendo para que pase aquello. Para mí es muy importante, este trato humano, para el día a día de la carrera.

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