Familiares y residencias piden que también los trabajadores tengan que tener el pasaporte covid
Crece la tasa de vacunación entre las plantillas de los geriátricos y ya se sitúa en el 93%
Pasaporte covid para visitantes, pero también para los profesionales que trabajan en las residencias. Familiares y la gran patronal de los geriátricos coinciden en dar la bienvenida a la voluntad del Govern de hacer obligatorio el certificado QR, que acredita que se está correctamente vacunado, pero reclaman que también lo sea para las plantillas. La última palabra la tendrá el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que se tendrá que pronunciar sobre si avala o no la medida con la que la Generalitat pretende proteger a los centros de eventuales restricciones.
Las patronales de las residencias ya hacía meses que reclamaban extender el certificado para acceder a sus centros para "anticiparse" a futuras restricciones en caso de que los datos epidemiológicos empeoren, subraya Montserrat Llopis, directora de ACRA, que pide que la obligatoriedad no sea solo para las familias sino también para las plantillas de los geriátricos. También desde las familias, María José Carcelén, de la Coordinadora 5+1, apunta a que el certificado lo tendrían que aportar los profesionales cada vez que entran en el geriátrico porque –sostiene– son los que "tienen el contacto más directo" con los residentes y, por lo tanto, los que comportan un riesgo más elevado de contagiar el covid.
En la práctica, esto supondría vetar el acceso a los profesionales que no se han vacunado o hacer obligatoria la vacuna entre el personal, una medida que hoy por hoy la Generalitat no se plantea porque la ley no lo permitiría, contrariamente a lo que han hecho en otros países del entorno. Tampoco es posible la exigencia del certificado, que sí que puede ser un empujón para que los profesionales más reticentes acaben aceptando la inmunización. De hecho, la tasa de vacunación entre las plantillas de los geriátricos ha subido más de un punto en la última semana, hasta situarse en el 94,5% en cuanto a los que tienen una primera dosis y el 93,7%, la segunda. En cuanto a los residentes, el 98,2% ya llevan todas las dosis.
Además, Carcelén critica que no se haya tenido en cuenta que hay residencias que comparten espacio con los centros de día, que recientemente han empezado a recuperar actividad ordinaria. A estos usuarios no se les hace ningún cribaje en la entrada y, según el último protocolo del 12 de noviembre, si están correctamente vacunados y son contactos directos no podrán acceder en los 14 días siguientes.
En residencias y centros de día las pruebas diagnósticas solo se mantienen para los profesionales de plantilla o colaboradores esporádicos. A los que están vacunados se les hace una PCR quincenal, mientras que a los que no lo están o les falta una dosis se los somete a un test semanal. En cualquier caso, para las familias el cribaje queda corto porque consideran que el personal ha sido el que han llevado el covid al interior de los centros. Sin datos actualizados, la semana pasada, de las 1.024 residencias en Catalunya, 11 tenían brotes incontrolados y 34 más tenían positivos pero bajo control. Hoy hay 20 residentes ingresados por covid, tres de los cuales en la UCI.
En los 21 meses de pandemia, en las residencias ha habido oficialmente 9.258 muertos debido al covid, es decir cuatro de cada 10 víctimas mortales, además de las restricciones más duras y perdurables en el tiempo.