El Fondo de Acción Social de la Sagrada Familia pone el acento en los colectivos más vulnerables
Las ayudas alcanzan los 2,3 millones de euros y tienen impacto en 21 municipios distintos de la archidiócesis de Barcelona
BarcelonaEl Fondo de Acción Social de la Sagrada Familia (FAS), un proyecto que nació con la voluntad de ayudar a las personas y colectivos más vulnerables de la archidiócesis de Barcelona, anunció el viernes las ayudas de la convocatoria de 2023, que alcanzan los 2,3 millones de euros y tienen impacto en 21 municipios diferentes. El acto de la resolución se celebró en la Nau Central.
El objetivo principal del Fondo de Acción Social es contribuir a crear una sociedad más humana, más justa y más solidaria. El anuncio de los proyectos escogidos sirvió para realizar un encuentro de todas las entidades beneficiarias con los miembros de la Comisión del FAS, integrantes del Patronato de la Junta Constructora de la Sagrada Familia presidente delegado, Esteve Camps i Sala y su presidente nato, el Cardenal Joan Josep Omella y Omella que pronunció un discurso al cierre del acto.
“El Fondo de Acción Social de la Sagrada Família nace con el objetivo de servir a las personas y colectivos más vulnerables de la Archidiócesis de Barcelona. Este proyecto, impulsado por la Junta Constructora de la Sagrada Familia, conecta con el espíritu de Gaudí y la doctrina social de la Iglesia y se erige sobre tres pilares: el de comunidad, dirigido a las personas que la forman, el d equidad, y el de solidaridad, que es el valor humano que nos empuja a actuar para construir una sociedad más humana, justa y solidaria”, declaró el cardenal Omella.
"La Junta Constructora, en tanto que fundación de la Iglesia católica, quiere dedicar los excedentes económicos a fines sociales que aseguren el bien común de las personas, así como el anuncio de Jesucristo y de su Evangelio, que fue la voluntad de Gaudí y de los promotores del Templo de la Sagrada Família", añadió Omella.
El 27% de los beneficiarios de los Fondos de Acción Social de la Sagrada Família tienen que ver con proyectos que combaten pobreza y exclusión social. El 25% trabaja para mejorar la salud y la autonomía personal. El 23% están destinados a iniciativas que velan por la infancia, la adolescencia y la juventud. La vejez (18%) y la migración y los refugiados (7%) completan las ayudas.
La valoración de los proyectos fue realizada por un jurado y un comité técnico designado al efecto, e incluyó la valoración de criterios cualitativos, técnicos y económicos, que fueron ponderados a fin de obtener la puntuación global de cada uno de los proyectos valorados, según se establecía en las bases de la convocatoria.
“La consolidación de la recuperación económica de los últimos años ha permitido a la Junta Constructora de la Sagrada Familia, a la vez que continuar la obra, impulsar el Fondo de Acción Social; un proyecto que irradia la labor de Antoni Gaudí ahora hacia los más necesitados. Las aportaciones de los visitantes sobrepasan así las paredes del Temple y de esta forma abrimos las puertas a conseguir una sociedad mejor”, dijo Guillem López Casasnovas, Patró y Miembro de la comisión económica del FAS. “En esta primera convocatoria se han destinado 2,3 millones de euros y prevemos poder aumentar esta cifra de cara a próximas convocatorias, teniendo en cuenta que la financiación del fondo social proviene de una parte del excedente de los resultados de la Fundación”.
"Las entidades tienen un papel fundamental en el tejido social y desde la comisión del FAS seguimos apoyando porque están más cerca de las personas en situación de vulnerabilidad. En este sentido, con la nueva convocatoria que impulsaremos en 2024 queremos llegar al máximo de proyectos que impacten en las personas que más lo necesitan", analizó Xavier Martínez, director general de la Sagrada Família.
Herederos de la intención fundacional
A finales del siglo XIX, la Asociación Espiritual de Devotos de San José, con Josep Maria Bocabella como presidente, decidió construir un templo dedicado a la Sagrada Família. En el acta fundacional del templo se anunció que ésta debe ser una obra que “ensalce la fe y en la que la caridad esté presente”.
En 1883 Antoni Gaudí asumió el proyecto de la Sagrada Família, dio continuidad a la intención fundacional del templo y demostró siempre una gran sensibilidad hacia las personas. Gaudí tenía muy en cuenta a los obreros que trabajaban con él y sus familias. En una época en la que no existían pensiones ni subsidios, Gaudí se ocupó de facilitar los trabajos menos duros a los trabajadores mayores y, de este modo, garantizar su continuidad laboral. Para los hijos e hijas de los trabajadores y los niños del barrio, construyó unas escuelas mixtas junto al templo.
Conectando con los fundadores, con el espíritu de Gaudí y con la doctrina social de la Iglesia, el Patronato de la Junta Constructora de la Sagrada Familia impulsó el Fondo de Acción Social de la Sagrada Familia, una iniciativa dirigida a los colectivos socialmente vulnerables de la archidiócesis de Barcelona.