Escuela

Francia revoluciona la escuela

El nuevo ministro de Educación aborda temas espinosos como el acoso y la vestimenta

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El presidente francés, Emmanuel Macron, visitando una escuela infantil en París.

ParísEl 5 de septiembre, al día siguiente del inicio del curso escolar, un adolescente de 15 años se suicidaba en Poissy, un municipio cercano a París. Hacía casi un año que unos compañeros de clase le asediaban continuamente sin que el instituto hubiera tomado medidas contra los autores de los hechos. Los padres habían optado por cambiar de instituto al joven, pero Nicolas decidió poner fin a su vida ante la perspectiva de un nuevo curso escolar. "Le decían que no era guapo, que nadie le quería, insultaban a su madre ya su hermana", explicaba su padre en una entrevista en France 5. El adolescente tenía tanto miedo de los acosadores que dormía con un cuchillo debajo de la almohada.

El caso del Nicolas ha causado un fuerte impacto en Francia. Se producía la primera semana de la rentrée y pocos meses después de otro caso similar a Vendin-le-Vieil, en el norte del país, donde una niña de 13 años, Lindsay, se suicidó en mayo. El adolescente había soportado meses de insultos en el instituto y en las redes sociales. Ambos casos han situado en el centro del foco mediático y político en Francia la problemática del acoso escolar y la indefensión que a menudo sienten las familias ante la pasividad de algunos centros educativos.

A raíz de estos casos de bullying, el gobierno francés ha reaccionado prometiendo "tolerancia cero" con el acoso escolar e impulsando un plan con medidas inéditas. El nuevo ministro de Educación, Gabriel Attal, delfín del presidente Emmanuel Macron y figura política en ascenso, ha abordado en tiempo récord –fue nombrado a finales de julio– cuestiones tan urgentes como el acoso escolar, pero también otros temas espinosos como la prohibición en los centros educativos de una prenda que visten mujeres musulmanas, la abaya, y el relanzamiento del debate del uniforme en las escuelas. Son temas que los anteriores ministros de Educación habían decidido dejar de lado o pasar de puntillas. Attal ha decidido hacerle frente y ha revolucionado el inicio del curso escolar.

Requisar el móvil

Según han denunciado en diferentes ocasiones las familias, el gobierno francés no hace suficientes esfuerzos para prevenir y actuar en los casos de bullying. Se ha puesto en evidencia con los casos de Nicolas y Lindsay, pero también con la voluntad del nuevo ministro de poner fin a la pasividad de institutos y administraciones. La primera medida que tomó fue impulsar un protocolo que prevé que sean los acosadores y no la víctima quien cambie de centro escolar, como ya ocurre en Catalunya. Hasta ahora, en Francia eran los alumnos sitiados quienes cambiaban de instituto.

La segunda medida es el plan contra el acoso presentado recientemente, que prevé que todos los casos se judicialicen –se quiere acabar con la inacción de los centros escolares– y plantea que en los casos más graves se prohíba el acceso a las redes sociales al acosador y se le requise el móvil durante unos meses. A menudo el bullying comienza en las aulas pero tiene continuidad en las redes sociales. También se apostará por la prevención con medidas como dar clases de empatía en todas las escuelas del país.

La vestimenta

El nuevo ministro también ha optado por ponerse manos a la obra con uno de los temas más polémicos en las escuelas: la vestimenta. La laicidad es uno de los pilares de la República y desde 2004 está prohibido ir a la escuela o al instituto con cualquier símbolo religioso ostentoso, y esto incluye desde el velo que suelen llevar a las mujeres musulmanas hasta cruces cristianas o la quipá judía. Pero hasta ahora existía cierta permisividad con las túnicas tradicionales largas de países musulmanes. Attal decidió justo antes de iniciarse el curso que esta prenda también se considera religiosa y, por tanto, prohibida.

La decisión ha generado una gran polémica, pero el gobierno se ha mantenido firme con la decisión. "La escuela es laica", afirmaba Attal para justificar la medida. El ejecutivo francés ha aprovechado la polémica para poner de nuevo sobre la mesa otro de los eternos debates relacionados con la vestimenta: el uniforme escolar. En Francia no existe uniforme en las escuelas públicas, pero el gobierno cree que es el momento de volver a estudiar la cuestión. Y no sólo para las escuelas de infantil y primaria, sino también para los collèges y lycées (los equivalentes a los institutos de secundaria).

Ante la estupefacción de una parte de la comunidad educativa ante la idea de imponer uniforme a los adolescentes, el presidente Macron quitó hierro a la cuestión diciendo que más que uniforme podría ser simplemente la obligación de todos los alumnos de llevar vaqueros , camiseta blanca y una chaqueta.

El Reino Unido también prohibirá los móviles en las escuelas

El Reino Unido también ha decidido poner en el punto de mira el uso de los teléfonos móviles en las escuelas y ha avanzado esta semana que se prohibirá utilizar estos dispositivos durante toda la jornada escolar, incluida también la hora de ocio, tal y como ya han hecho países como Finlandia. Lo que todavía no ha concretado la ministra de Educación, Gillian Keegan, es a partir de qué fecha se hará efectiva la medida. Desde Downing Street se asegura que el móvil se ha convertido en uno de los "principales problemas" con los que deben "bregar" tanto profesores como estudiantes, y con esta decisión quieren poner punto y final a esta situación.

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