Golpe pionero de la Unión Europea en Estados Unidos en materia industrial
Bruselas avala que un estado miembro iguale la oferta de un país tercero para evitar la fuga de empresas
BruselasBruselas quiere reindustrializar a la Unión Europea y está dispuesta a competir con grandes potencias mundiales como Estados Unidos y China. Después de que Washington y Pekín sacaran adelante macroayudas poscovida destinadas a potenciar su industria, especialmente la relacionada con la transición energética, la Comisión Europea aprobó un marco legal que permite subvencionar empresas para que se instalen o se queden en la Unión Europea y no se marchen a EEUU o al gigante asiático.
Y este lunes ha sido la primera vez que se ha utilizado la disposición de esta nueva ley y la Comisión Europea ha avalado una ayuda pública de 902 millones de euros de Alemania en la compañía sueca Northvolt, que construirá una planta de producción de baterías para vehículos eléctricos en la ciudad alemana de Heide.
En caso de que la empresa nórdica no hubiera recibido el dinero del estado alemán habría instalado su fábrica en Estados Unidos y se habría acogido a la ley de macroayudas que impulsó el presidente estadounidense, Joe Biden. La medida de la administración de EE.UU., que se aprobó antes que la de la UE, también pretende captar nuevas inversiones a base de subvenciones y, de este modo, liderar la industria de la transición energética, a menudo en detrimento de Europa .
El ministro de Finanzas alemán, el liberal Robert Habeck, ha defendido en rueda de prensa desde la sede de la Comisión Europea en Bruselas la subvención y, en esta ocasión, se ha posicionado a favor de la irrupción de dinero público en el sector privado. "Necesitamos una industria más sólida para los nuevos sectores", insistió el dirigente alemán, que argumentó que se trata de una cuestión de "seguridad económica".
Habeck y la vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, también han negado que estas ayudas supongan una ventaja competitiva de Alemania, que tiene mucho más margen presupuestario que la gran mayoría de socios europeos, respecto al resto de Estados miembros, tal y como temen Italia o Francia. En este caso, Habeck, uno de los máximos defensores de la austeridad, sobre todo la que afecta a los países del sur de Europa, se ha mostrado firmemente favorable a desplegar políticas económicas expansivas para potenciar la industria alemana.
En la misma línea, Vestager ha dicho que en estas situaciones hay que ser "pragmático" y luchar por conseguir inversiones cruciales para el futuro de Europa, aunque sea tomando una decisión inédita como igualar la oferta de un país tercero a una compañía privada. Es decir, en la práctica, entrar en una competición de subvenciones con Estados Unidos. "No podemos quedarnos de brazos cruzados ante la ley de ayudas de EEUU", ha remarcado la vicepresidenta de la Comisión Europea.