Pere Borràs: "Hay que potenciar la generación distribuida ampliando la distancia a la que se permite el autoconsumo compartido en el suelo"

Pere Borràs, director de Generación en Estabanell, reclama acelerar la tramitación para avanzar en las renovables y pide ampliar el límite del autoconsumo compartido hasta los 5 km de radio para aprovechar mejor esta energía renovable y potenciar la generación distribuida.

En Cataluña, el debate sobre los proyectos energéticos es especialmente intenso y con frecuencia polarizado. Ante esta realidad, ¿qué le dirías a una ciudadana que percibe que la transición energética se está haciendo "a expensas" del territorio?

— Desde Estabanell insistimos en que la tramitación es extremadamente garantista y siempre debe obtener la aprobación de todos los departamentos e instituciones afectadas: urbanismo, patrimonio, medio ambiente, carreteras, etc. Intervienen todos los puntos de vista posibles y cualquiera de los implicados inciden en el proyecto final. Sólo el proyecto que cumple con cada uno de los requisitos sigue adelante. Por tanto, el proceso garantiza al cien por cien su viabilidad. Muestra de ello es que de todos los proyectos que han iniciado la tramitación desde 2019, un 37% de los proyectos han quedado descartados por varios motivos, el 13% se han aprobado y el resto quedan pendientes. Por tanto, se trata de un proceso exigente, con el que la ciudadanía puede estar tranquila, porque sólo los proyectos que son positivos por el territorio salen adelante.

¿Qué propone para que el retorno a la sociedad sea evidente y medible y vinculado directamente a los proyectos de generación?

— Las renovables son imprescindibles para abandonar los combustibles fósiles. Por tanto, un proyecto de generación de renovables bien integrado y proporcionado a su entorno, es una oportunidad para contribuir a frenar el cambio climático y tiene un impacto directo en el medio ambiente. A nivel estratégico, estamos siempre en manos de la volatilidad de la energía. Si hacemos un ejercicio de memoria, cuando estalló la guerra de Ucrania se disparó el precio del gas y lo que conseguimos con estas instalaciones es limitar los factores externos y hacer que la energía tenga un coste más estable. Estamos impulsando una energía más sostenible que reduce emisiones, ahorra costes y mejora el bienestar de las personas y la competitividad de las empresas. Una forma de potenciar aún más estas ventajas para los consumidores cercanos a las instalaciones de generación es ampliar el actual límite para el autoconsumo compartido hasta los cinco kilómetros de radio renovable. Actualmente, para proyectos ubicados en el suelo está sólo en 500 metros, limitando las ventajas que pueden ofrecer este tipo de instalaciones: precios más competitivos para los consumidores cercanos y mayor resiliencia en la red, por ser proyectos distribuidos y ubicados cerca del consumo.

En el contexto normativo, todavía está vivo el hecho de que el Congreso no aprobara el conocido como real decreto "antiapagos", ¿qué lectura hizo?

— A nosotros nos sorprendió que no se aprobara un real decreto tan técnico como éste y tan positivo. La buena noticia es que se ha ido aprobando a través de pequeños decretos algunas de las que contenía el Real Decreto Ley, como son el Real Decreto 997/2025 y el próximo Real Derecho que modificará el RD244/2019 de autoconsumo, y donde esperamos que se incluya la modificación del radio de 500 metros que explicaba antes.

¿Y qué valoración hizo sobre el último decreto ley aprobado por el Parlamento el 19 de noviembre?

— En Catalunya ocurrió algo parecido en julio, cuando cayó el decreto de medidas urgentes. Se ha modificado y acabado publicando el Decreto Ley del pasado 19 de noviembre. En éste, se ha mejorado la tramitación, agilizando y acelerando el almacenamiento. Se han despejado algunas dudas y se ha facilitado el autoconsumo. Lo que echamos de menos son medidas que agilicen y acorten los plazos de tramitación. Una de las medidas que defendemos desde Estabanell es que si la administración no cumple los plazos establecidos en el DL16/2019, el promotor pueda seguir adelante con una declaración responsable conforme cumple con los requisitos y normativas vigentes. De esta forma las tramitaciones no se bloquearían porque haya un único organismo que no responde.

El debate sobre la tramitación es central en el sector de las renovables en Cataluña. ¿Cómo plantea el diálogo con el territorio?

— Nosotros nos explicamos donde hace falta, con total transparencia y datos objetivos. Y aprovechamos también para explicar lo que decíamos antes y es que el procedimiento para llevar adelante una instalación de renovables es absolutamente garantista y ésta es la parte positiva. Cataluña continúa en la cola del Estado en generación de energías renovables, lo que nos obliga a repensar cómo aceleramos la transición energética. Si aumentamos sustancial y rápidamente la implantación de renovables, corremos el riesgo de no poder cumplir el calendario de cierre de las nucleares o crear una dependencia energética en otros territorios del Estado.

Desde su perspectiva, ¿qué papel puede jugar la generación renovable en la reindustrialización del país? ¿Qué oportunidades puede abrir para el tejido productivo y para los territorios en los que se instalan los proyectos?

— Esta generación de energías renovables tiene un impacto directo en el territorio: genera ingresos para los ayuntamientos en forma de impuestos y aporta rentas a los propietarios a través del alquiler de terrenos. El informe del Obercat 2024-2080 concluye que en este período de tiempo se generarán, cada año, una media de 170 millones de euros en ingresos por ayuntamientos y 91 millones por las personas propietarias. La ventaja es que estas ganancias se redistribuyen por todo el territorio y no sólo en los dos pueblos que tienen ahora centrales nucleares. Y en el ámbito de empleo estamos hablando de 4.000 puestos de trabajo al año por la construcción y 29.000 directos e indirectos que se generen. De todas formas, el mayor potencial de las renovables es el aumento de la competitividad de las empresas y el ahorro de las familias reduciendo el coste de la energía. Además, teniendo en cuenta que en Cataluña es más abundante la generación distribuida que en otras zonas del estado, aumentaría estos beneficios aumentar el radio de autoconsumo compartido por este tipo de generación.

La energía ha estado en el centro del debate en los últimos tiempos: primero con la escalada de precios del 2022 y, más recientemente, con el apagón masivo del 28 de abril. ¿Abren estos episodios una oportunidad para conectar más con el consumidor?

— Nos está ayudando a reflexionar sobre qué modelo energético queremos y qué papel queremos jugar como país. Tenemos sol y viento, lo que nos da una enorme oportunidad para construir un sistema energético más seguro, sostenible y alineado con los intereses del territorio. Depende de nosotros aprovechar ese potencial para avanzar y posicionarnos respecto a los territorios vecinos. Pero, además, estos acontecimientos han abierto también la puerta a hablar de todo lo que hará posible la transición energética con un consumidor más informado y protagonista: la flexibilidad de la demanda, el almacenamiento, la generación renovable distribuida, las redes inteligentes, el autoconsumo y nuevas formas de participación energética. Todo ello configura un modelo más resiliente y eficiente, donde el ciudadano deja de ser un actor pasivo para convertirse en pieza clave del sistema.