Johnny Depp se deja mimar por el príncipe de Arabia Saudí a cambio de un contrato de siete cifras
El príncipe Mohammed bin Salman hace tiempo que cultiva una estrecha amistad con el actor estadounidense
BarcelonaEl dinero no es un problema para Arabia Saudita. Si algo se pone entre ceja y ceja del príncipe Mohammed bin Salman, pocas cosas pueden detenerlo. En la voluntad de hacer el país algo más que un territorio exportador de petróleo, el heredero de Arabia Saudita se ha propuesto impulsar la producción cinematográfica nacional y, para ello, quieren reclutar a una buena plantilla. Según el reportaje publicado por Vanity Fair, Johnny Depp es el actor escogido para liderar la creación de la industria del cine que a estas alturas ni existe en el país de oriente.
Tras el juicio por difamación que enfrentó a Johnny Depp y su expareja, Amber Heard, el actor casi tuvo que apuntarse a la cola del paro de Hollywood. El espectáculo mediático, las acusaciones cruzadas y los diferentes relatos externos en referencia al comportamiento agresivo del actor deAlicia en el país de las maravillas, acabó perjudicando la imagen pública del intérprete y las propuestas cinematográficas a uno de los profesionales más cotizados. Pero para Arabia Saudí las acusaciones a Depp no son un problema.
Desde hace unos años, el príncipe Mohammed bin Salman, más conocido como MBS, tiene como objetivo vincular la imagen de su país con otros atractivos más allá de la extracción de petróleo. En la conquista del mundo del deporte, esta voluntad podría explicar el hecho de que Rafa Nadal fuera nombrado este enero embajador del tenis en Arabia Saudita. Pero en lo que se refiere a la industria del cine, hasta ahora no se sabía ningún nombre concreto. Ha estado en la revista Vanity Fair, que a partir de una investigación ha logrado saber que Johnny Depp podría tener un contrato para "promover el renacimiento cultural de Arabia Saudita".
Qué habría podido seducir a una de las "cuarenta celebridades de Hollywood mejor pagadas durante la década del 2010", según Vanity Fair? Probablemente, el dinero jugó un papel muy importante. Tal y como explica la revista, el contrato por el que se encomienda la misión a Johnny Depp de fomentar la industria cinematográfica ha sido de siete cifras. De hecho, las primeras acciones han empezado ya a salir a la luz. La Red Sea Film Foundation, una organización cultural sin ánimo de lucro, ha apoyado al estadounidense como director de Modi, una película biográfica sobre la vida del artista italiano Amedeo Modigliani, protagonizada por Al Pacino, y éste se convierte en el primer trabajo desde el juicio de Amber Heard.
Johnny Depp y el príncipe Mohamed bin Salman, muy amigos
Pero quizá el dinero no lo es todo. En este proceso de negociación y de presentación de la jugosa oferta, el príncipe Mohamed bin Salman se ha afanado por ganarse la confianza y aprecio de Depp. Largas estancias en Arabia Saudita en palacios propiedad del heredero del país, diferentes viajes en yate y helicóptero de Salman y, por las urgencias, el Boeing 747 personal de MBS que fue utilizado por el actor para ir y regresar de Londres por asistir a un concierto en el Royal Albert Hall, son algunos de los detalles que el heredero de uno de los países más ricos del mundo habría realizado al intérprete, de sesenta años.
De sus negocios y amistad Johnny Depp no ha querido negar nada. "Aunque admito que al principio era algo ingenuo con la situación actual del país, desde entonces he experimentado de primera mano la revolución cultural que está teniendo lugar: jóvenes narradores emergentes que irradian nuevas ideas y obras de arte, hasta una infraestructura cinematográfica curiosa por la innovación. He tenido la oportunidad de conocer diferentes zonas de la región y en la mayoría de zonas han sido muy acogedores de compartir conmigo sus tradiciones e historias", aseguró el actor de Piratas del caribe en el artículo de Vanity fair.