La llamada de un amigo muerto
La historia que Marc Mundet descubrió el jueves es una de las más fascinantes de los últimos años. Después de ser dado por muerto durante 40 años, Charles Thomas dio señales de vida hace unas semanas, cuando se puso en contacto con Norman Carmichael, jugador con el que compartió vestuario en el Barça. "Mientras estaba conduciendo, recibí un mensaje de una enfermera que me decía que estaba con Charles Thomas y que quería hablar conmigo. Le dije que no sabía de qué tipo de chiste perverso se trataba, pero que Charles había muerto hacía años. Ella me dijo que había estado viviendo en una residencia para gente mayor en los últimos cuatro años. Después me hizo una videollamada. Había un hombre negro mayor que me dijo: «Hola, Norman. Cuánto tiempo, ¿no?» Me sacudió todo el cuerpo. No era posible. Lo reconocí por la sonrisa y la manera de hablar. Charlé con él durante diez minutos y se comportó como si fuera lo más normal del mundo. Hablamos de baloncesto, del tiempo que compartimos equipo y de sus años viviendo en la calle", asegura Carmichael.
Todo el mundo había dado por muerto a Charles, también su familia. Carmichael llamó a uno de sus hijos, Carlos. "Cuando se lo dije, casi me cuelga el teléfono. No se lo creyó. Pensó que era una estafa. Carlos es un hombre fuerte e inteligente. Le di el número y veinte minutos después me llamó y me dijo que pensaba que sí, que era su padre, pero pasó los siguientes días comprobándolo. Resulta que era Charles. Y estaba en Amarillo, una ciudad de Texas. La noticia es difícil de asimilar para su familia. No estoy seguro de cómo se enfrenta esto cuarenta años después", dice.
Si la pandemia lo permite, Carmichael intentará desplazarse en los próximos días hasta Amarillo para reencontrarse con su ex compañero de equipo, un jugador del que explicaban mil y una leyendas relacionadas con su capacidad de salto. "Simplemente desapareció. Nadie sabía dónde estaba ni qué hacía. Nos llegaron noticias fiables desde Ciudad de México, Nueva York y otros lugares. Finalmente, nos dijeron que había muerto. Las informaciones eran confusas. Desde una sobredosis hasta una enfermedad o una puñalada. Su hijo me dijo que Charles fue asesinado a disparos en un callejón de Nueva York por un tema relacionado con el tráfico de drogas. Lo único que sabíamos era que nuestro amigo había muerto". Pues no. "En este mundo extraño pasan cosas sorprendentes".