El Mercedes de Ignasi Barraquer, escogido el ‘coche más bonito del mundo’

En el año 1938 el país estaba sufriendo una cruel guerra civil entre los defensores de la República y el bando insurrecto contrario al gobierno legalmente constituido, mientras que en Europa se estaba creando un escenario de tensión en aumento que acabaría desembocando en la Segunda Guerra Mundial pocos meses después. Pero precisamente en aquel escenario fue cuando el prestigioso oftalmólogo catalán Ignasi Barraquer i Barraquer adquirió un Mercedes-Benz 540K Autobahnkurier, un prodigio de la técnica automovilística de la Alemania de los años 30 que contaba con un poderoso motor de ocho cilindros en línea alimentado de 5,4 litros de cubicaje por un compresor –540 hace referencia a la cilindrada y la letra K a la palabra kompressor– que llegaba a ofrecer 115 CV de potencia. A pesar de que un siglo después nos pueda parecer una cifra modesta, hay que entender que era todo un récord en aquella época, y contaba con una carrocería aerodinámica llamada Autobahnkurier pensada precisamente para superar los 200 km/h por las autopistas alemanas.

Una vez acabada la Guerra Civil, el doctor Barraquer matriculó su Mercedes-Benz 540K Autobahnkurier con el número de matrícula B-69475. Este fue uno de los bólidos que Ignasi Barraquer i Barraquer compró a lo largo de su vida, un apasionado de los automóviles que también sumó otras joyas a su colección como por ejemplo un Alfa Romeo RL Targa Florio de 1922, un Hispano Suiza del 1923 o uno de los pocos Mercedes-Benz 300S Coupé de 1953. Incluso sufrió un accidente de tráfico en el que se fracturó la tibia y le obligó a usar una prótesis el resto de su vida, pero esto no lo alejó de su pasión por el volante.

Años después, los herederos del fundador de la Clínica Barraquer empezaron a subastar los vehículos adquiridos por su padre, en lotes individuales que atraían la atención de los coleccionistas de medio mundo. Uno de los vehículos vendidos fue el Mercedes-Benz 540K Autobahnkurier, que se conservaba a la perfección y que el nuevo propietario americano ha mantenido en buen estado, y que es el que ha ganado el concurso de elegancia de Pebble Beach de este año, el premio de más prestigio del mundo del segmento de los coches clásicos.