Laboral

A medida del parado y más cercanas a la empresa: ¿cómo serán las oficinas del SOC del futuro?

La Generalitat pone en marcha el plan de transformación de los servicios de empleo para hacerlos más personalizados y adaptados a las actuales vacantes

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El consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, durante el acto.

BarcelonaLa puerta de entrada pintada con los colores verde y azul llamativos da paso a una sala llena de personas. Esperan atentas a la pantalla que poco a poco hace avanzar los turnos, quizá mirando el móvil con cierta angustia. Cuando llegue el suyo, se acercarán a una de las mesas y volverán a sentarse. Es el momento de sentir cómo un funcionario les recita las ofertas de trabajo disponibles para quienes cada día representa una jornada laboral más en paro.

Si pensamos en una oficina de trabajo, seguramente lo primero que nos vendrá a la cabeza será una escena parecida a ésta. Una ventanilla donde el demandante de trabajo acude con la esperanza de que alguna de las 60.000 vacantes que gestiona ahora mismo la administración catalana pueda ser suya. Consciente de que el mundo del trabajo ha cambiado desde que empezaron a funcionar estos servicios, la Generalitat ha presentado este miércoles el plan de transformación con el que pretende adaptar el Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC) a las nuevas realidades laborales y las necesidades específicas de cada territorio y colectivo vulnerable. A esta reconversión se destinarán 55 millones de euros.

¿Cómo serán a partir de ahora las oficinas para encontrar trabajo? El Gobierno pretende básicamente que la ayuda que se le ofrezca cada vez sea más personalizada. Por eso ampliará la plantilla de orientadores, los encargados de convertirse en el tutor de referencia para cada parado. Con el plan, siempre que se aprueben los presupuestos, se incorporarán 230 nuevos profesionales, lo que supone una inversión de 9 millones de euros. De esta forma, a partir de ahora habrá 860 efectivos (hay unos 200 que trabajan para administraciones locales u otras entidades, pero que financia el SOC), que se acercarían al millar si sumamos el centenar que son específicos para los programas de la Garantía Juvenil. En diciembre en Cataluña había cerca de 340.000 personas registradas en los servicios de empleo. Es decir, que la atención a los parados quedaría con un ratio de 340 afectados por cada orientador laboral.

"El servicio público de Cataluña inicia una nueva etapa que dará más fuerza a este organismo y que tiene la concertación y el trabajo con el territorio como seña de identidad", ha expresado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante el acto en el recinto modernista del Hospital de Sant Pau, con el que se da el pistoletazo de salida a esta reforma que se desplegará durante los próximos cuatro años. En el acto también han participado las patronales y los sindicatos mayoritarios. del expediente único ocupacional, una especie de historial clínico con todos los aspectos y eventos relacionados con la vida laboral de una persona que podrá compartirse entre las diferentes entidades del sistema de empleo. Fuentes del departamento de Treball aseguran que en las próximas semanas también se formalizará el convenio con el SEPE (el servicio estatal de empleo) para mejorar la coordinación entre los servicios catalanes y los estatales.

El problema de las vacantes

Uno de los obstáculos con los que se encuentra a menudo el SOC es que las empresas no están obligadas a publicar todas sus vacantes y no siempre ven a la administración como la mejor vía para contratar empleados. Al mismo tiempo, las patronales se quejan recurrentemente de las dificultades para encontrar determinados perfiles profesionales. Ante esta problemática, el Govern ha decidido crear un nuevo tipo de espacio en las 70 oficinas de trabajo –bautizado como SOC Empresa– que se dedicará específicamente a la atención a las compañías.

La última pata de la sacudida que vivirá el SOC en los próximos años tiene que ver con el territorio. Este miércoles ha culminado la creación de los consejos territoriales -formados por los entes locales, económicos y sociales de cada zona- que tendrán las ocho veguerías catalanas, con la constitución del de Barcelona. Es decir, cada uno podrá definir sus propias estrategias de empleo teniendo en cuenta las necesidades del tejido empresarial de la región.

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