"Nos obligan a trabajar los domingos gratis"
Los empleados de los grandes almacenes denuncian la precariedad de las plantillas a las puertas de la Navidad
L'Hospitalet de LlobregatLas fechas previas a Navidad son el momento clave del año en el que las grandes superficies se llenan de aludes de clientes en busca de regalos y alimentos para disfrutar de las fiestas. Sin embargo, al otro lado de estas compras hay unas plantillas que denuncian la sobrecarga de trabajo que deben asumir durante esta campaña y el hecho de que algunas cadenas de grandes almacenes les obliguen a trabajar en domingos y festivos sin una compensación económica extra. Unas decenas de estos empleados protestaron este jueves a las puertas de la tienda de Ikea en Hospitalet de Llobregat, convocados por el sindicato CCOO, para expresar su malestar y exigir mejoras de conciliación y salariales en este tipo de establecimientos. "El domingo trabajado, el domingo pagado" o "no nos dan opción a la conciliación" son algunas de las consignas que han coreado representantes del personal de multinacionales como Ikea, Carrefour o Leroy Merlin.
Esta reivindicación llega después de que CCOO realizara una encuesta de clima laboral entre trabajadores de este sector, en la que casi el 100% afirmaba sufrir sobrecarga de trabajo y falta de descanso. El 75% también apoyaba para que el trabajo en domingo y festivos sea voluntario y esté compensado económicamente. "En estos días la conciliación es mínima", lamenta Maria Torres, responsable de grandes almacenes de la Federación de Servicios de CCOO de Catalunya. Además, recuerda que en esta situación se añaden unos horarios cambiantes y la imposibilidad de elegir vacaciones cuando los trabajadores quieren. Ahora mismo no hay ninguna conversación abierta con la patronal del sector para el convenio colectivo estatal, pero éste caduca el próximo año y los sindicatos quieren exigir que se introduzcan estas medidas. Aun así, CCOO no es el más representativo en la negociación, que lideran Fetico y Valorian, a menudo acusados de "sindicatos amarillos" por otras organizaciones. "Hay empresas que tienen algunas mejoras y otras que no", dice Torres, que trabaja en las tiendas de bricolaje Leroy Merlin.
Rosa Muñoz lleva 40 años empleada del Carrefour de El Prat de Llobregat. "Cuando entré no se abrían los domingos. Ahora desde hace unos años sí se abre, pero al principio era voluntario y pagado al 150% más un día de fiesta. Actualmente, es obligatorio, incluso para la gente que entramos sin cláusula de domingos. Nos obligan a trabajar los domingos gratis", critica la presidenta del comité de empresa. La consecuencia, añade Muñoz, es que los clientes se encuentren con pasillos vacíos de empleados que les atiendan. Cuando empezó a trabajar en la tienda eran 120 trabajadores en las cajas y ahora son 35. "Por eso cuando hay mucha afluencia, debemos dejar todo lo que estamos haciendo para ayudar a la caja y nos quedamos sin nadie para reponer los productos", asegura esta empleada de Carrefour.
Somos menos gente para realizar el mismo trabajo
El escenario que relata es similar al vivido por Radha Atienza en sus nueve años trabajando en la cadena de muebles sueca Ikea. "No tenemos la opción de negarnos a trabajar en domingos y tampoco están remunerados. Independientemente de que trabajemos en domingos y festivos, nuestro salario es igual", afirma. En este sentido, denuncia que sus salarios se han quedado atrás con el incremento del coste de vida de los últimos años. "Las empresas lo que quieren es incrementar sus beneficios y no dudan a la hora de recortar en plantilla para hacerlo. Somos menos gente para el mismo trabajo", argumenta Atienza. Este sobreesfuerzo repercute negativamente en la salud de los trabajadores, tanto física como psicológicamente, porque existen más episodios de estrés y ansiedad.
Hay algunos casos, sin embargo, en los que la negociación colectiva ha logrado hacer avances en estas demandas. Luis Díaz es secretario general de la sección sindical de los almacenes logísticos de Caprabo en Catalunya y explica que, finalmente, –y tras presentar una demanda judicial– han acordado con la cadena catalana de supermercados establecer un cuarto turno de trabajo en su centro del Puerto de Barcelona que incluya los domingos y festivos, con una compensación de 108 euros y un día de fiesta. "No podemos seguir trabajando gratuitamente y sin poder conciliar con nuestra vida social", concluye.