La personalidad del vidrio
El uso de damajoanas de 20 litros para fermentar y criar los vinos viene de lejos. Si lo hacen en Borgoña y el resultado son vinos frescos y elegantes al final del proceso enológico, las razones para devolver a un recipiente ancestral se multiplican. De las virtudes de su uso nace un nuevo envase, el Wineglobe, creado por la familia francesa Paetzold Sarl. Los primeros ensayos son en el 2015, y cuatro años después ya empezaron a comercializarlos. Son recipientes de vidrio soplado que van desde los 25 litros, el menor, a los 400 litros, el mayor. En Cataluña hay siete bodegas que las utilizan y experimentan en ellas. En el Priorat, tres: Clos Alkio y Clos del Obac en la DOQ Priorat y Bell Cros en la DO Montsant. Buscan diferenciarse, crear vinos precisos, con personalidad, y con una mayor expresión de fruta. “Permite una crianza pura y neutra. Es hermético, no entra oxígeno. Redondea el vino haciendo la misma función que la bota; le da finura. No favorece la reducción como las tinas de acero y permite trabajar sin sulfuroso porque no existe ningún tipo de contaminación con un material inerte que no libera nada al vino”, explica Arnaud Mennesson, export manager.
Todo son ventajas; el único arrecife es el precio, que multiplica por cuatro el de una bota de 225 litros o dobla el coste de un fudro de 2.000 litros. "No hay porosidad, con lo que es fácil de limpiar y permite a las bodegas ahorrar agua", explica Mennesson. Hay que tener mucho cuidado con el manejo porque el vidrio es un material sensible, pero la familia ha desarrollado complementos que lo hacen más fácil. “Es eterno y duradero. Existe transparencia física en todo el proceso y pone en el centro la calidad de la uva. Es práctico y estático a la vez”, matiza. Cuando no se manipula, Wineglobe se cubre con una funda negra para aislarlo de la luz, que el vino debe evitar siempre. En España hay diez bodegas que también experimentan. La familia Paetzold prevé que en los próximos años habrá un crecimiento orgánico de su uso. Hoy en día lo prueban en Francia, Italia y España, pero también en California y Australia. Admite todo tipo de variedades y se derivan diferentes estilos de vino. En Bell Cros han elaborado con Wineglobe un vino dulce de garnacha tinta y una garnacha blanca con tel. “Es un recipiente bueno para variedades delicadas como la garnacha, no oxida el vino y permite su estabilización natural. De momento no hemos vinificado ningún vino convencional, pero lo haremos”, afirma el enólogo Joan Asens, que trabaja. Ambas referencias pertenecen a la colección ON/OFF, que sólo se elabora una añada. Es una línea experimental que permite innovar, y el recipiente de vidrio interviene decisivamente.