Pruebas coches

Prueba del Audi Q8 Sportback 55 e-tron: diseño, deportividad y tecnología en formato eléctrico

La marca alemana no sólo ha renovado su SUV eléctrico, sino que también le ha cambiado su nombre. ¿Será mejor que el anterior modelo?

Ponerse al volante de un Audi siempre es toda una experiencia, ya que estamos frente a una de las marcas más lujosas, tecnológicas y refinadas del mercado. Por nuestras manos han pasado varios modelos de la marca alemana, pero en pocas ocasiones han sido eléctricos. Uno de ellos fue elAudi Q4 40 e-tron, un producto similar al Volkswagen ID.4 pero más refinado y tecnológico. El otro, el impresionante Audi e-tron GT, una berlina de altas prestaciones que dejaba boquiabierto a todo el que se cruzaba con ella. Y ahora ha sido el turno del Audi Q8 Sportback 55 e-tron.

Y para hablar de este modelo hay que realizar un par de aclaraciones. El primero, que es el relevo del Audi e-tron que llegó al mercado en 2019 y que inauguró este tipo de motorizaciones en la marca alemana. El segundo, que toma el apellido del Q8 de combustión pero sin heredar su diseño. Así pues, ahora en la gama Audi encontramos un Q8 normal como el que probamos hace unos meses y un Q8 e-tron 100% eléctrico con carrocería SUV o SUV cupé.

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DISEÑO EXTERIOR

Hemos tenido ocasión de probar esta última carrocería, denominada Sportback y que luce un diseño más deportivo y una marcada caída del techo por la parte posterior. Y lo cierto es que, pese al rediseño, sigue percibiéndose como un modelo con ADN Audi. En la parte frontal seguimos viendo la clásica parrilla de la marca, con el logo completamente plano para favorecer la aerodinámica y un parachoques con formas suaves y entradas de aire pequeñas. En nuestra versión, que está pintada en un elegante color Marrón Madeira, no se percibe tanto la mezcla de colores que ha establecido Audi por su nuevo modelo, pero con tonalidades menos oscuras se puede ver cómo la parrilla está pintada en el color de la carrocería y está rodeada por una moldura de color negro a modo de antifaz.

La vista lateral tal vez sea la más representativa de este modelo. En primer lugar porque aquí es donde vemos la gran apuesta tecnológica del modelo, en este caso en forma de retrovisores digitales con cámara. Y en segundo lugar porque en su parte trasera la caída del techo está muy marcada. Todo ello hace que el coeficiente aerodinámico haya mejorado, pasando del 0,26 del modelo anterior al 0,24 del mismo. Completan el diseño lateral las puertas de carga (una a cada lado) y las llantas de 21 pulgadas, parcialmente carenadas, pulidas y que esconden unas pinzas de freno en color rojo.

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La parte trasera presenta un diseño muy depurado, con unos pilotos conectados entre sí a través de una moldura LED y un pequeño alerón integrado en la puerta del maletero. Hay que tener presente que no estamos frente a un modelo precisamente pequeño, ya que su longitud es de 4,91 metros, su anchura de 1,93 metros y su altura de 1,61 metros.

DISEÑO INTERIOR

Hasta 5 pantallas podemos encontrar en el interior del Audi Q8 Sportback 55 e-tron de esta prueba, una cifra que cada vez es más elevada pero que en el fondo tiene sentido si nos fijamos en el equipamiento que incorpora esta versión. Cuando entramos en el coche la primera que vemos es la de la instrumentación, situada detrás del volante y de 12,3 pulgadas. No es un monitor al que se le puedan encontrar muchos defectos, ya que su visualización es correcta y ofrece una gran cantidad de información. Pero hay que decir que es casi idéntica a la que llevamos viendo toda la vida en la marca alemana, así que quizás toca ir pensando en rediseñar un poco sus menús.

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Si trasladamos la mirada a la consola central veremos dos pantallas más. La primera es la central, de 10,1 pulgadas y que integra todos los menús de conectividad e infoentretenimiento. De nuevo, su diseño y visualización no tienen ninguna pega, pero han quedado algo anticuados. Además, sus rivales directos integran pantallas mayores. Por su parte la segunda pantalla del salpicadero se encuentra justamente debajo, es de 8,6 pulgadas y permite controlar la climatización y algunas funciones auxiliares. ¿Y las otras dos pantallas? Pues deberemos mirar hacia las puertas para encontrarlas en forma de retrovisores digitales a los que, por cierto, hay que acostumbrarse y que personalmente no creo que aporten ninguna ventaja respecto a los analógicos de toda la vida.

En cuanto al resto del habitáculo lo cierto es que la calidad de los materiales es exquisita y se nota que Audi se esfuerza en fabricar coches con un nivel de refinamiento y acabados impresionante. Además, encontramos por doquier materiales como el cuero para la tapicería, el aluminio y plásticos de buena calidad y buen tacto. Y un último apunte: en la consola central de este Q8 e-tron vemos un selector de cambio totalmente diferente al habitual, renunciando a la típica palanca e incorporando un mando giratorio.

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HABITABILIDAD

A nivel de espacio interior la carrocería Sportback no ofrece una habitabilidad tan buena como la de la versión normal, pero teniendo en cuenta que estamos frente a un vehículo de 4,91 metros de longitud con una distancia entre ejes de 2,92 metros , es evidente que hay espacio más que de sobra para cualquier persona. En las plazas delanteras está garantizado tanto el espacio como el confort, mientras que en las traseras habrá que tener una altura superior a los 1,9 metros para empezar a sufrir ligeramente por tocar el techo con la cabeza. Eso sí, el espacio para las piernas resulta más que suficiente.

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El maletero del Audi Q8 Sportback e-tron tiene una capacidad de 528 litros, 40 menos que la versión normal. Lo más sorprendente es que ha perdido varios litros respecto al modelo anterior, que tenía 555. Sea como fuere, la superficie de carga está bastante elevada y el espacio interior es muy diáfano y aprovechable. Si abatimos los asientos traseros obtendremos 1.567 litros, mientras que en la parte delantera (bajo el capó) encontramos un maletero auxiliar de 62 litros de capacidad.

MOTOR

La gama de motores del Audi Q8 Sportback e-tron está formada por las versiones 50, 55 y SQ8. Todas disponen de dos motores (uno por cada eje) pero con cifras de potencia distintas. La primera ofrece un total de 340 CV y ​​664 Nm de par, la segunda 408 CV y ​​la misma cifra de par, mientras que la tercera aumenta su potencia hasta los 503 CV y ​​los 973 Nm. La versión que estamos probando es la más equilibrada de la gama de 408 CV, ya que respecto a la primera también aumenta la capacidad de la batería.

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Tal vez éste sea el punto más destacable de este coche, ya que la diferencia de potencia no es muy destacable pero la de autonomía sí lo es. Mientras que la versión de acceso incorpora una batería de 95 kWh (89 útiles) y homologa una autonomía de 501 kilómetros, la que hoy nos ocupa dispone de una batería de 114 kWh (106 útiles) que aumenta la autonomía homologada hasta los 595 kilómetros. Y lo mejor de todo es que las baterías actuales tienen los mismos tamaños y pesos que los anteriores, pero la marca ha mejorado su composición interna para conseguir una mayor eficiencia.

A la hora de cargarlas también se han reducido los tiempos, puesto que ahora las baterías admiten hasta 170 kW de potencia. De esta forma es posible pasar del 0 al 80% en tan sólo 31 minutos, si bien la mejor opción para no hacer sufrir la batería es utilizar el cargador de 11 kW que viene integrado con el propio vehículo, y que opcionalmente puede ser de 22 kW. Por último, conviene destacar que el consumo homologado de nuestra versión es de 20,1 kWh/100 km y que en la práctica, aunque es posible conseguir esta cifra si practicamos una conducción muy eficiente, lo habitual es obtener cifras de unos 23,5 kWh/100 km.

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DINAMISMO

En líneas generales el Audi Q8 Sportback 55 e-tron es un coche cómodo, potente y muy rápido. Si bien es cierto que la carrocería tiene un diseño de estilo cupé deportivo y que las cifras de potencia invitan a pensar que se trata de un modelo que prima la deportividad por encima de otros factores, nada más lejos de la realidad. Estamos frente a un SUV cómodo y silencioso, ideal para hacer kilómetros por autopista y que sabe defenderse a la hora de circular por carreteras secundarias sin demasiados problemas.

Cuando lo conducimos por la ciudad el nivel de refinamiento es tan elevado que la experiencia es fantástica. La potencia es muy dosificable y lineal, y la puesta a punto de la suspensión no sólo es capaz de esconder los más de 2.500 kilos de peso, sino que también permite pasar por los típicos resaltos urbanos con comodidad. Eso sí, los retrovisores digitales requieren de un tiempo de adaptación y de la misma forma que explicamos en la prueba del Hyundai Ioniq 6, personalmente no encuentro que aporten beneficios respecto a los retrovisores físicos de toda la vida.

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Si salimos del ámbito urbano y circulamos por autopistas o vías rápidas nos encontramos con un vehículo ideal para viajar, pero que penaliza un consumo bastante elevado que nos hará detenernos más de la cuenta a recargar. Eso sí, si optamos por carreteras secundarias gozaremos de un comportamiento bastante estable y de un gran control de los balanceos de la carrocería, pero en ningún caso de una puesta a punto deportiva. En cualquier caso, la dirección es bastante directa y el tacto del pedal de freno no se nota tan artificial como en otros coches eléctricos, así que la experiencia general es positiva.

CONCLUSIÓN

Da igual si Audi llama a su SUV eléctrico como e-tron o como Q8 e-tron: el producto es realmente bueno y la evolución respecto al modelo original es tan notable que casi estamos hablando de un nuevo vehículo. El diseño se mantiene actualizado, la eficiencia de las baterías es ahora superior y el confort de marcha es impresionante. Tal vez lo más criticable de este coche sea que por mucho que pasen los años Audi se resiste a actualizar por completo su interior. Y su peso elevado, por supuesto. Sea como fuere, estamos ante uno de los mejores coches eléctricos de su segmento, pero que no destaca por ser muy económico: la versión de acceso está disponible desde 89.810 euros, mientras que el modelo que hoy hemos probado tiene una tarifa de 105.510 euros antes de incorporar los extras.

Audi Q8 Sportback 55 e-tron S line
  • Precio<p>105.510 euros</p>
  • Combustible<p>Eléctrico</p>
  • Etiqueta ecológica<p>Etiqueta 0</p>
  • Motor<p>Eléctrico</p>
  • Potencia<p>408 CV</p>
  • Tracción <p>Total</p>
  • Medidas y peso<p>4915mm largo / 1937 ancho / 1619 alto. 2.585 kilos</p>
  • Nota<p>8</p>