Prueba del Kia EV9, un gigante eléctrico de 80.000 euros

Si hace unos veinte años alguien nos hubiera dicho que un Kia podía costar 80.000 euros habríamos pensado que estaba loco, puesto que en ese momento los Kia Picanto, Río, Cerato o Sportage tenían precios de entre menos de 10.000 y hasta 30.000 euros. Pero los tiempos han cambiado a una espectacular velocidad en estas dos décadas y actualmente Kia no sólo tiene muchos vehículos eléctricos en su gama, sino que algunos de ellos son rivales directos de modelos de Mercedes-Benz, Audi o BMW.

Y si en este saco podemos incluir vehículos como el enorme Kia Sorento, el novísimo EV3 o el Kia EV6 GT, el modelo más potente de la historia de la marca coreana, evidentemente también debemos añadir el buque insignia del fabricante asiático: el Kia EV9. Teníamos muchas ganas de poder probar ese enorme SUV eléctrico de 5,01 metros para comprobar si realmente es digno de recibir la etiqueta de coche premium que la marca parece haberle otorgado... y lo cierto es que, sin querer hacer muchos spoilers... sí, es digno e incluso puede avergonzar a más de una marca consolidada en el segmento del lujo.

Diseño exterior

Cuando Kia presentó el EV6, el primer modelo de la serie EV, lo hizo con dos objetivos: por un lado, diferenciar su gama eléctrica premium del resto de modelos (como el Kia e-Niro o el e -Soul) y, por otro, apostar por un lenguaje de diseño propio que dejara a todo el mundo boquiabierto. Y lo consiguieron, ya que la estética de la gama EV de Kia es impresionante hasta el punto de que parecen ser prototipos que han salido a la venta antes de suavizar su diseño.

El Kia EV9, como puede verse en las imágenes, no es una excepción. De entrada sorprende su aspecto cuadriculado, que apuesta por líneas rectas y ángulos muy marcados, y parece pensado para agradar especialmente a Estados Unidos. Pero lo cierto es que este tipo de vehículos gustan cada vez más en Europa, así que en este sentido se puede considerar como un modelo global. La parte frontal luce la mirada Digital Tiger Face de la marca, con unas ópticas led verticales situadas en los extremos, una moldura que los une y unas luces diurnas muy protagonistas. Como suele ocurrir en los vehículos eléctricos el resto del frontal es muy depurado, con ausencia de parrilla frontal y un parachoques con formas deportivas.

La vista lateral es bien curiosa porque da la impresión de que, de haber sido por Kia, los neumáticos también serían cuadrados. El aspecto de coche todoterreno robusto se percibe a través de los pasos de rueda llenos de líneas rectas, las formas geométricas de la carrocería o las llantas de 21 pulgadas. Sin embargo, no se ve que sea un coche pensado especialmente para conducir fuera del asfalto, ya que su distancia libre hasta el suelo no es muy elevada y las formas son más deportivas que prácticas.

Finalmente, terminamos el repaso estético por la parte posterior, que también se ve muy depurada y apuesta por unos pilotos led que no sólo están situados en los laterales, sino que también están en una posición vertical que va siguiendo la puerta del maletero y el vidrio. Aquí nuevamente vemos un parachoques con formas deportivas que integra las luces antiniebla y los reflectantes, dejando claro que estamos delante de un coche principalmente pensado para el asfalto.

Diseño interior

Por fuera el Kia EV9 es un coche futurista y enorme, pero eso mismo ocurre en otros coches eléctricos de referencia. Donde realmente demuestra que la Kia actual nada tiene que ver con la de hace dos décadas es en el interior, donde se respira un ambiente de lujo y confort elevadísimo. De entrada sorprende el espacio que tenemos disponible en cualquiera de los siete asientos. Porque sí, efectivamente, el Kia EV9 tiene siete plazas, pero también está disponible en una configuración de seis asientos, lo que permite que las butacas centrales sean de vehículo de representación. Sin embargo, la unidad que nosotros hemos podido probar dispone de siete plazas, una decisión que en nuestro mercado tomarán la mayoría de los seguramente pocos compradores de este enorme SUV.

El conductor tiene tres pantallas delante unidas entre ellas en un formato panorámico: la que se sitúa detrás del volante es de 12,3 pulgadas y hace de instrumentación digital; la central tiene el mismo tamaño y nos permite manipular el sistema de infoentretenimiento, mientras que entre ambas encontramos una auxiliar de 5,3 pulgadas que nos da acceso a los menús del climatizador. Justo por debajo de la pantalla central encontramos unos botones táctiles que nos facilitan el acceso a funciones principales del navegador o radio, y, aún en una posición inferior, los poquísimos botones físicos del salpicadero. En ese caso, para encender el sistema multimedia, manipular el volumen y subir o bajar la temperatura.

El selector del cambio está situado en la parte posterior del volante, lo que permite que la consola central ofrezca una gran cantidad de espacio con guantera específica y superficie para cargar el teléfono inalámbrico. Los selectores de modos de conducción están ubicados en el volante, espacio en el que nos encontramos con la mayoría de botones físicos del coche. Y, evidentemente, como no podía ser de otra forma en un coche tan lujoso, el head-up display nos complementa la información de todo el arsenal de pantallas del vehículo.

Habitabilidad

En cuanto a la habitabilidad, tal y como decíamos, el espacio y el confort en las plazas de enfrente es excepcional porque tienen calefacción y ventilación. Pero tampoco se quedan atrás las centrales, con una cantidad de espacio para las piernas y para la cabeza que hacen que cualquier persona pueda viajar con comodidad, incluso si va sentado en medio, ya que aunque el respaldo es una algo más duro que en el resto, en el suelo no encontramos ningún túnel de transmisión que quede espacio.

Por último, hablamos de las dos plazas auxiliares que suman las siete totales, y que a diferencia de lo que suele ocurrir son realmente aprovechables y permiten realizar desplazamientos normales a cualquier persona de hasta 1,80 metros aproximadamente. Eso sí, en este caso la capacidad de maletero pasa de los 828 litros que tenemos cuando viajamos con cinco asientos a unos competitivos 333. Por cierto, a estas cifras hay que añadir un par más: bajo el capó de delante disponemos de un espacio extra de 52 litros y si bajamos todos los asientos del coche excepto los dos de enfrente disponemos de una capacidad máxima de 2.393 litros.

Motor

En el ámbito mecánico un coche tan grande como éste, de cinco metros de longitud y de más de 2.600 kilos de peso, necesariamente debe equipar un motor potente y una batería de gran capacidad. Kia sólo ofrece una combinación para el EV9, que consiste en dos motores eléctricos (uno por cada eje, con 192 CV cada uno) que suman un total de 385 CV y ​​un par motor de 700 Nm. Para alimentar a estos motores utiliza una batería de 99,8 kWh que le permite homologar una autonomía de hasta 505 kilómetros.

Para cargar la batería, Kia ofrece la posibilidad de optar por corriente alterna a un máximo de 10,5 kW, una operación que se completa en unas 9 horas aproximadamente. Pero si escogemos utilizar un enchufe rápido podremos utilizar un máximo de 240 kW en corriente continua y pasar del 0 al 80% en 24 minutos. Curiosamente, las cifras homologadas de este vehículo se acercan bastante a la realidad, ya que durante la prueba hicimos un total de 427 kilómetros con una sola carga y todavía teníamos 34 más de autonomía. Esto significa que, aunque es casi imposible llegar a los 505 kilómetros de homologación, es fácil quedarse en unos 450. Sea como fuere, este coche es muy sensible a cada estilo de conducción... por lo que si circulamos rápido y aceleremos con intensidad podemos superar los 25 kWh/100 km de consumo y quedarnos por debajo de los 400 kilómetros de autonomía.

Dinamismo

5,01 metros de longitud, 1,98 de ancho y 1,78 de altura. Estos son los tamaños del Kia EV9, un coche tan cómodo y silencioso como grande. Y esto se nota mucho a la hora de conducirlo, puesto que en Europa no estamos acostumbrados a ver coches tan largos y anchos. Sea como fuere, y pese a lo que se podría pensar, el EV9 es un coche que se conduce fácilmente, no sólo por el arsenal de asistentes a la conducción, cámaras y sensores que tiene, sino porque la visibilidad que ofrece es buena .

Eso sí, por muchas facilidades que pueda tener, le penalizan mucho los casi dos metros de ancho a la hora de moverse por entornos urbanos, por lo que donde se siente más cómodo está en la carretera. Pero, ¿qué tipo de carretera? Pues si es estrecha y tiene muchas curvas no es especialmente ágil, y aunque la aceleración es buena y el coche es reactivo, se siente como si llevaras un transatlántico por un río en vez de por alta mar. Por este motivo es en las vías rápidas y en las autopistas donde el EV9 muestra su mejor versión, con una suspensión confortable que filtra cualquier irregularidad del asfalto y un nivel de insonorización digno de los vehículos de gran lujo.

La dirección está muy filtrada y no transmite especialmente bien lo que ocurre bajo las ruedas, pero tampoco necesita ofrecer este nivel de comunicación porque lo que busca principalmente es la comodidad, no la deportividad. ¿Y los frenos? Se podría pensar que, debido al elevado peso, puede que lo pasen mal, pero lo cierto es que tienen un comportamiento bastante digno en cualquier circunstancia. Así, el Kia EV9 es el coche perfecto para viajar como un auténtico jeque.

Conclusión

El Kia EV9 puede gustar más o menos, pero tiene algunos puntos realmente positivos y algunos negativos. Entre los positivos encontramos que su calidad de fabricación y materiales es sublime, que la habitabilidad es impresionante, que la carga tecnológica es completísima y que nos permite viajar con una gran comodidad. Pero entre los negativos hay dos importantes: uno, que no es un coche muy ágil a la hora de moverse por la ciudad, y dos, cuyo precio es de unos 80.000 euros; una cantidad que no es exagerada si tenemos en cuenta el segmento en el que se quiere situar y el que piden marcas como Audi, BMW o Mercedes-Benz para productos relativamente similares, pero que todavía echa atrás cuando nos damos cuenta de que es lo que se está pidiendo por un Kia. Quizás lo que debería hacerse es diferenciar entre la Kia que todavía hace productos relativamente asequibles como los Picanto o Stonic y la Kia que desarrolla coches eléctricos de referencia como este EV9.