El PSC arrasa en las europeas en Catalunya con Junts por delante de ERC

El independentismo pasa del 49,8% de los votos en 2019 al 32,8% y pierde casi un millón de votos

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Javi López y Salvador Illa, ayer en la sede del PSC

BarcelonaElecciones al Parlamento de 2021; municipales y españolas de 2023; de nuevo, catalanas en el 2024 y ahora también las europeas. El PSC es el primer partido de la historia de Catalunya que ha ganado cinco elecciones de forma consecutiva. Todo apuntaba en esta dirección cuando hace apenas un mes los socialistas ganaron con claridad los comicios en el Principado, pero el componente estatal de estas elecciones europeas no ha hecho más que impulsar el partido de la mano de Pedro Sánchez. Un 30,6% de los votos ha logrado el PSC, doce puntos por encima de Junts, su principal competidor también en las europeas, y más de quince por encima de ERC. "Somos el partido socialista más fuerte de toda Europa", ha reivindicado Javi López, que seguirá otros cinco años de eurodiputado. A su lado, Salvador Illa ha celebrado que el PSC se haya consolidado como "el primer partido de Catalunya" precisamente en la víspera del inicio de la legislatura catalana.

Las cinco victorias que acumula Salvador Illa en los últimos tres años las intentará hacer valer en las negociaciones para su investidura. El objetivo del PSC es convencer a ERC de que acepte hacerle presidente para evitar la repetición de las elecciones, que probablemente conducirían a una sexta victoria socialista. A partir de este lunes, ya sin la rémora de las europeas, todas las miradas se pondrán sobre unas negociaciones que, de momento, se han centrado en la presidencia del Parlamento.

En las últimas europeas, en pleno auge de la represión post 1-O (el juicio contra los promotores del referéndum se había hecho semanas atrás) y con Carles Puigdemont de candidato, los junteros lograron una victoria histórica con el 28 ,6% de los votos que ahora, con Toni Comín de candidato, se han reducido en más de diez puntos. Sin embargo, hace un mes con Puigdemont de cabeza de lista a las catalanas, Junts alcanzó el 21,6% de los votos, apenas tres puntos más que en los comicios europeos. ERC, que ya vivió su particular batacazo en la noche electoral del 12 de mayo, se ha mantenido aproximadamente en el mismo porcentaje que en las catalanas –ha ganado un punto–, reduciendo la distancia respecto a los junteros. En el conjunto del Estado, en coalición con Bildu y BNG, han mantenido los tres escaños de 2019.

La traducción del resultado es que el independentismo no ha conseguido que los comicios europeos actúen como punto de inflexión de una caída que empezó hace un año y contra la que, de momento, no encuentran antídoto. De hecho, uno de los motivos principales del bajón es la desmovilización de su votante, lo que se entiende fácilmente con el diferencial de participación entre Cataluña y España: en 2019 los catalanes participaron dos puntos por encima que la media española y, en cambio, ahora lo han hecho seis puntos menos (43,5%). Toni Comín (Juntos) y Diana Riba (ERC) serán los únicos diputados del independentismo catalán en Europa, cuando la pasada legislatura llegaron a haber cinco. Del 49,8% del apoyo de hace cinco años al 32,8% de ahora, perdiendo casi un millón de votos (han retenido poco más de 800.000), aunque las comparaciones se hacen difíciles teniendo en cuenta que en 2019 las europeas coincidían con las elecciones municipales.

Comín ha lamentado precisamente la abstención diferencial y ha subrayado que este hecho ha sido decisivo para que Junts no lograra un eurodiputado más: "Nos hemos quedado a 80.000 votos". En cuanto a Riba, alertó de que el próximo mandato en Europa será "muy difícil" por el auge de la extrema derecha. Ni Carles Puigdemont ni Oriol Junqueras han tomado la palabra, aunque sí han acompañado a sus candidatos en las comparecencias.

Hasta ahora, el récord de victorias consecutivas lo tenía CiU (empatada con el PSC), pero no la de Jordi Pujol sino la de Artur Mas. La antigua federación nacionalista ganó las elecciones catalanas del 2010 –las que le permitieron recuperar la presidencia de la Generalitat–, repitieron al año siguiente en las elecciones municipales y también en las españolas y cerraron el ciclo con la victoria en las catalanas del 2012 –pese a caer 12 escaños. Los siguientes comicios fueron las europeas del 2014, donde fue ERC quien se llevó la primera posición con Josep Maria Terricabras de candidato.

La extrema derecha triplica los resultados

Catalunya no se salva de la tendencia en Europa y en España y la extrema derecha cuadruplica los resultados que obtuvo en el 2019. Por un lado, Vox, que ha subido al 6,2% de los votos –hace cinco años sólo en obtuvo el 2%– y, por otro, la candidatura del activista anti-Sánchez, Alvise Pérez, que con su candidatura Se acabó la Fiesta alcanzó el 2,8%. El auge de la extrema derecha probablemente habrá frenado las expectativas del PP que, sin embargo, sigue su tendencia al alza en Catalunya. 330.000 votos (13,77%) le han servido para consolidarse en la cuarta posición, a tan sólo 25.000 votos de distancia de ERC.

Por detrás saltó la noticia a la izquierda. La pugna entre Sumar y Podemos ha terminado decantándose por el partido de Irene Montero por sólo 8.000 votos de diferencia y en ambos casos con porcentajes por debajo del 5%. La peor noticia para los comunes tras el batacazo electoral en las catalanas. Con un 0,6% de los votos (13.000), Ciutadans ha puesto punto y final a su aventura en las instituciones, de nuevo, como el 12-M, por debajo del Pacma.

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