Quinta versión de Dani Alves: ahora dice que iba bebido y no era consciente de lo que ocurría
Su mujer, Joana Sanz, declarará en el juicio contra el futbolista por corroborar que llegó ebrio a casa
BarcelonaNueva versión, la quinta en menos de un año, del futbolista Dani Alves, acusado de violar a una mujer en la madrugada del 31 de diciembre del 2022 en un aseo de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona. Según ha podido saber el ARA, el ex azulgrana argumenta ahora, a 15 días del juicio, que esa noche estaba gravemente perjudicado por el consumo de alcohol y que esto afectó a sus capacidades. Dicho de otra forma, dice que no fue consciente de sus actos por su estado de embriaguez. Hasta ahora, en ningún momento de la instrucción ni el propio Dani Alves ni ninguno de los testigos de esa noche había apuntado que el futbolista fuera bebido. De hecho, este diario ha podido saber que su mujer, Joana Sanz, declarará en el juicio a petición de la defensa del futbolista para decir que Alves esa noche, tras la presunta violación, llegó bebido a casa de madrugada.
Concretamente , en el escrito de defensa de cara al juicio la abogada del exazulgrana apunta dos posibilidades de lo ocurrido esa noche. La primera es la última versión que Alves esgrimió ante la jueza de instrucción en su última declaración, el pasado mes de abril: aseguró que mantuvo relaciones sexuales con la víctima, una mujer de 23 años, esa noche, pero que fueron consentidas. Esta versión llegó después de que Alves se encontrara acorralado por las pruebas de ADN, que demostraban que hubo penetración, algo que hasta entonces él siempre había negado. En el escrito de defensa, la abogada de Alves aporta por primera vez una segunda posibilidad: tenía sus capacidades afectadas para beber mucho alcohol.
De esta forma, su abogada también pide dos condenas alternativas. Para la versión del sexo consentido, solicita la absolución de su cliente. En cambio, para la segunda pide que se le rebaje la condena por agresión sexual con un atenuante por su estado de embriaguez. Sin embargo, en ningún momento su defensa concreta penas. La Fiscalía pide nueve años de cárcel por el futbolista y la acusación particular (que defiende a la víctima), 12. Sea como fuere, con la introducción del elemento del alcohol la defensa del futbolista busca rebajar la pena de una futura condena.
La cena
Sin embargo, la aplicación de este atenuante exige que la influencia del alcohol fuera muy alta y que esto se pueda demostrar. ¿Cómo justifica Alves que realmente era así? Para argumentarlo, el futbolista describe que 14 horas antes de la presunta agresión sexual fue a comer con otros tres amigos en un restaurante del centro de Barcelona y entonces ya empezó a beber alcohol. Salió del restaurante por la noche y la factura asciende a 2.000 euros. Pero la cuenta sobre todo sube por la comida y no tanto por el alcohol. Después, el futbolista asegura que acudieron a un local de ocio de Barcelona donde bebió más alcohol (no adjunta la factura) y más tarde acuden a Sutton, donde pide una botella de champán, sin adjuntar tampoco la factura al escrito presentado en los juzgados. En este caso, el champán queda demostrado por las grabaciones de las cámaras de seguridad. También añade a la causa un vídeo con sus amigos donde se supone que están cenando en el restaurante.
Hasta ahora, ningún testigo de los hechos, tampoco el amigo de Alves con el que estaba en la discoteca Sutton, que declaró durante la investigación, apuntó que el futbolista fuese bebido. De hecho, en el análisis de las grabaciones de las cámaras de Sutton efectuado por la Unidad Central de Agresiones Sexuales de los Mossos (UCAS), los investigadores en ningún momento apuntan a esta posibilidad. Sea como fuere, ahora su defensa lo introduce como futuro atenuante para tratar de rebajar la condena del futbolista si finalmente la Audiencia de Barcelona, que celebrará el juicio el 5, 6 y 7 de febrero de 2024, acaba probando los hechos que denunció a la víctima. Aparte de la factura del restaurante, la defensa de Alves confía en el testigo de Joana Sanz para justificar la tesis del alcohol. Su testimonio ha sido ya aceptado por la sala de la Audiencia de Barcelona que juzgará el caso.
Decir que iba bebido y no era consciente de todo lo que ocurrió es la quinta versión que Alves ha dado de los hechos desde el pasado 23 de enero de este año, cuando los Mossos le detuvieron y declaró por primera vez. Desde entonces, el futbolista se encuentra en prisión preventiva. En esa primera declaración, que varias fuentes califican de caótica, el exazulgrana ya dio tres versiones distintas. Primero, que no conocía de nada a la víctima. Luego, que se cruzaron un momento en el lavabo. Y, por último, que fue ella que le agredió a él haciéndole una felación en el mismo aseo sin el consentimiento del futbolista. La cuarta versión llegó en abril cuando llegaron también los resultados de las pruebas de ADN. Entonces, dijo haber mentido porque no quería confesar una infidelidad a su mujer y aceptó que mantuvo relaciones sexuales consentidas con la víctima.
A un mes del juicio y 330 días después de dar su primera versión, Alves rectifica y el caso vive un giro de guión: dice que iba ebrio y en ningún momento fue consciente de lo que sucedió esa noche. Su defensa pide también el atenuante por reparación del daño esgrimiendo que ya ha ingresado los 150.000 euros que le reclamó el propio juzgado.