Laboral

Los sindicatos daneses se suman a la 'guerra' nórdica contra Tesla

Los trabajadores no desembarcan coches de la marca de Elon Musk en Suecia, Noruega y, ahora, Dinamarca

Òscar Gelis
3 min
Las instalaciones de la compañía Tesla en Estocolmo. Suecia es uno de los países europeos con mayor penetración del coche eléctrico.

CopenhagueLo que empezó fa seis semanas en Suecia como un conflicto laboral entre 130 mecánicos y la empresa de coches eléctricos Tesla corrió el riesgo de convertirse en un problema mucho más importante para la compañía dirigida por Elon Musk. La disputa comenzó el 24 de octubre ante la negativa de Tesla a firmar un convenio colectivo con sus trabajadores en el país escandinavo. Como una bola de nieve, la huelga de los mecánicos fue apoyada por el principal sindicato sueco, IF Metal. Esto ha hecho que los trabajadores de un amplio abanico de sectores industriales (desde estibadores hasta electricistas, pintores, carteros, taxistas y personal de la limpieza) se hayan sumado a las acciones que están poniendo la empresa contra las cuerdas .

Ante la acción de los sindicatos, Tesla, la empresa líder mundial en la venta de coches 100% eléctricos, ha respondido de una manera muy alejada de la voluntad de escuchar las demandas de sus mecánicos en Suecia. Por contra, la compañía ha emprendido acciones legales contra la Agencia de Transportes Sueca y el servicio postal para negarse a entregar a los concesionarios de la marca las matrículas para nuevos coches, mientras que el consejero delegado Elon Musk se reafirmaba la semana pasada en su política de no firmar convenios colectivos en ninguna parte del mundo: “No estoy de acuerdo con la idea de los sindicatos, no me gusta nada que cree una especie de señores y siervos”, afirmó.

Una de las formas con las que se ha especulado con que Tesla podría estar esquivando el boicot de los estibadores en Suecia es desembarcando sus coches desde puertos situados en Dinamarca. Este intento ha provocado que la solidaridad sindical haya traspasado la frontera de Suecia y que a la huelga se le haya sumado el sindicato danés con más afiliados en el sector de los transportes. El martes la organización 3F Transport anunció que en dos semanas no se descargarán coches Tesla en los puertos daneses ni tampoco se transportarán los coches de la marca hasta Suecia.

En un comunicado emitido por 3F Transport, el presidente del sindicato, Jan Villadsen, aseguraba que tenía la esperanza de que esta decisión ayudara a llevar a Tesla a la mesa de negociaciones, al tiempo que justificaba su apoyo a los sindicatos suecos: “Aunque alguien sea de los más ricos del mundo, no puede imponer sus propias reglas ; tenemos unos acuerdos de trabajo en los países nórdicos, y debes cumplirlos si quieres hacer negocios aquí”.

Los estibadores noruegos, por su parte, hace semanas que tampoco descargan en sus puertos los coches Tesla que van hacia Suecia. En paralelo, el sindicato que organiza a los trabajadores de Tesla en Dinamarca, Dansk Metall, aseguró el domingo que están valorando emprender acciones similares a las de Suecia si la negociación por el convenio colectivo con Tesla también fracasa: “Tenemos exactamente lo mismo problema con Tesla en Dinamarca que en Suecia”, dijo su portavoz, René Nielsen.

El apoyo de los sindicatos daneses supone una escalada muy significativa en el conflicto laboral y un quebradero de cabeza mucho más importante para Tesla. Dinamarca representa un punto logístico destacado para las entregas a Escandinavia, puesto que a sus puertos llegan los coches procedentes de las fábricas que la marca tiene en Shanghai y Berlín. Precisamente en la planta de Alemania es donde Tesla fabrica su Modelo Y, el coche más vendido en Europa este año. En esta fábrica, el sindicato IG Metall, hermanado con las organizaciones sueca y danesa, lleva tiempo luchando por mejorar los salarios y el entorno laboral, y desde el otoño busca sumar más afiliados para poder exigir a la empresa firmar un convenio colectivo.

En riesgo el modelo nórdico

A diferencia de otros países europeos, ni en Suecia ni en Dinamarca ha establecido un salario mínimo, y existe poca regulación del mercado laboral. Por el contrario, el sistema de derechos laborales se basa en las negociaciones colectivas para establecer los salarios, pensiones u otras condiciones de trabajo. Esto provoca que en ambos países casi todos sus trabajadores estén cubiertos por convenios colectivos y los sindicatos tengan un peso y un número de afiliados muy importantes. Con el conflicto con Tesla, los sindicatos temen que este modelo nórdico pueda estar en peligro.

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