La muerte de Yaiza, recordada con una mariposa de colores en el Parque de la Montañeta de Sant Boi de Llobregat , marcó un antes y un después en la tipificación de los casos de violencia familiar. La entonces consellera de Justícia, Lourdes Ciuró, admitió que este caso ocurrió "desapercibido" y pidió disculpas en nombre de la administración a la familia por haberles "abandonado" . Para que casos como los de Yaiza no caigan en el vacío, la Generalitat modificó el Código Civil y creó un registro de violencia familiar que está en marcha desde principios de este año. Sin embargo, Yaiza no forma parte, porque el registro se puso en marcha con posterioridad a su cruel asesinato.
El supuesto trastorno mental de la madre centra el primer día de juicio por el asesinato de la niña Yaiza
El fiscal avisa al jurado de que habrá que demostrar si la asesina confiesa sufría depresión y pretendía hacer un suicidio ampliado
Barcelona"Si un padre mata a su hija prefiero pensar que está loco porque me siento más tranquilo. Pues no tiene por qué ser así, a veces el mundo nos muestra realidades muy tristes y muy oscuras. Aunque sea muy terrible, estas realidades pasan". Así, Félix Martín, el fiscal del juicio por el asesinato de Yaiza –una niña de cuatro años muerta a manos de su madre–, ha avisado este lunes que habrá que demostrar si realmente la parricida confiesa, que intentó suicidarse tras asfixiar a su hija en su piso de Sant Joan Despí, tenía un trastorno mental y no era consciente de lo que hacía, como apunta la defensa.
Este lunes la Audiencia de Barcelona ha acogido la primera sesión del juicio con jurado popular que debe servir para determinar la culpabilidad de Cristina Rivas, la madre de la criatura, que se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable. Por el momento, no se ha practicado ninguna prueba y la sesión se ha limitado a la elección del jurado popular y los primeros discursos de los abogados. Una primera toma de contacto donde el representante del ministerio público ya ha dejado claro cuál es uno de los principales objetivos del juicio: "Nadie discutirá" que la madre asesinó a su hija, tal y como ella misma confesó, pero hay una cuestión " primordial" y es el estado mental de la acusada, ha afirmado Martín.
La tesis de la defensa de Rivas es que la mujer no sabía lo que hacía. Sus abogadas, Alba Escoda y Eugenia Sobrino, sostienen que sufría "un trastorno de ansiedad que puede acarrear cambios en el comportamiento" y aseguran que el asesinato de Yaiza fue un "suicidio ampliado". "Cristina tenía un único fin, poner fin a su vida", afirmaron. Y han añadido que, por el miedo a que la hija se quedara sola después de su muerte y pudiera perder el contacto con la familia materna, también puso fin a la vida de la criatura. Desde la defensa de la acusada se juegan todo en la carta de la salud mental para rebajar la condena y aseguran que la mujer tiene "toques esquizofrénicos" y una "baja autoestima".
Por el contrario, la abogada Mireia Gómez, que defiende al padre de la criatura, ha advertido de que no se puede "disfrazar la maldad de enfermedad mental". "La maldad existe", ha insistido Gómez en un primer discurso ante el jurado popular. La letrada también ha avisado de que esta maldad "no tiene sexo" y que, aunque es "tentador" buscar una explicación psicológica a los hechos, hay que entender que existen "madres y madres". La acusación particular ha continuado su declaración asegurando que la madre de Yaiza utilizó a la criatura como un "arma" para hacer daño a su exmarido y padre de la criatura, que "había rehecho su vida", y se lo dejó por escrito en una carta con frases como "Ahora te quedas sin hija y me la llevo conmigo, que por eso la he parido yo". La abogada del padre de la menor ha concluido: "Hay madres que creen que los hijos les pertenecen".
El juicio continuará este martes con la declaración del padre de Yaiza, entre otros testigos, y Martín ya ha avisado de que será "un viaje emocional impactante". El jurado popular escuchará a lo largo del juicio varios peritos psicológicos y también reconstruirá los últimos días de su madre antes del crimen para saber si era consciente de lo que hacía. Declararán a sus compañeras de trabajo y también se verá el historial de su teléfono móvil, con búsquedas relacionadas con madres que matan a las hijas y medicamentos que acabó utilizando para drogar a su hija antes de asesinarla. Tanto los Mossos d'Esquadra como las acusaciones creen que llevaba semanas preparando el crimen.