Seis años de cárcel para el estafador en webs de citas que abocó al suicidio a un joven con Asperger
El hombre fingía ser una mujer y logró unos 27.000 euros de seis víctimas
BarcelonaSi sólo un 2,26% de las denuncias por ciberestafa llegan a judicializarse, aún son menos los casos que terminan en condena. De hecho, éste es el primero que ven las acusaciones que han logrado la pena de seis años de cárcel para el hombre que se hacía pasar por mujeres en webs de citas para engañar a otros hombres y que logró, entre seis víctimas, cerca de 27.000 euros. Se fijaba sobre todo en chicos de perfil vulnerable, como Àlex, que tenía síndrome de Asperger y rozaba la treintena cuando en octubre de 2021 se topó con el estafador. Tras una intimidación "obsesiva y repetitiva", la presión le "condujo" a suicidarse, tal y como reconoce la sentencia de la Audiencia de Barcelona a la que ha tenido acceso el ARA.
El hombre estaba registrado en diferentes páginas web de citas fingiendo ser una chica que trabajaba en una empresa de espectáculos sexuales por webcam, y pedía a los hombres que contactaban con él que llamaran a dos números de tarificación especial –que empezaban en 803 y estaban a nombre del procesado– para ayudarla económicamente. Luego, el procesado contactaba con las víctimas por WhatsApp haciéndose pasar por un responsable de la empresa y les reclamaba más llamadas a los mismos números o transferencias para anular los cargos o evitar que los titulares de la línea –que en algunos casos eran los padres de los estafados– supieran que habían caído en el engaño. Tras dos días de juicio a finales de octubre, los magistrados de la sección tercera de la Audiencia de Barcelona han dictado ahora una condena por estafa y extorsión.
Con estos engaños, el procesado se aseguraba una retribución mensual por cada minuto de llamadas que entraban en las líneas 803 que tenía contratadas. La sentencia aclara que el procesado no actuaba solo, sino coordinado con otras personas a las que no se les ha podido identificar durante la investigación y que en algunos casos eran los autores de las llamadas y los mensajes que presionaban a las víctimas. Operaban desde Perú, lo que complicó aún más la investigación. De hecho, el procesado fue extraditado por juzgarlo en Catalunya. Además de Àlex, en la causa hay otros cinco hombres que fueron víctimas del engaño y perdieron entre 750 y 15.000 euros.
Indemnización a la familia
La sentencia, que puede recurrirse, también establece que el acusado tendrá que devolver a los afectados las cantidades que perdieron, y añade una indemnización de 20.000 euros por daños morales a la familia de Àlex. En su caso, apuntan los magistrados, la insistencia del estafador duró días y fue tal que el joven "no encontró otra salida" que entregarle grandes cantidades de dinero y luego suicidarse. De hecho, su última conversación con el estafador fue dos horas antes de suicidarse. El procesado le reclamaba, por WhatsApp, que enviara más dinero para evitar una sanción de 6.000 euros. Él le contestó: "Tranquilo, yo ya estaré muerto".
En total, Àlex llamó durante casi 24 horas al número 830 que le había indicado el estafador, sumando en total 2.400 euros a una factura que su madre, titular de la línea, no recibió hasta noviembre, cuando su hijo ya había fallecido. "Mi nómina había desaparecido, y en diciembre ocurrió lo mismo. Al final nos arruinamos", dijo la mujer durante el juicio. La familia de Àlex ha ejercido la acusación particular a la causa asesorada por el abogado Marc Foix, del despacho Castellarnau Penalistas, y reclamaba una condena de once años de cárcel.