Patrimonio de agua dulce

Viaje al kilómetro cero del Canal de Urgell

Kilómetro cero del Canal de Urgell

La casa de las compuertas de la presa del Tossal
02/08/2025
4 min

"He visto toda el agua que viene del Segre helada. Si tiraba una piedra en el hielo, ni «se inmutaba». ¡Incluso se helaron unos cubos de agua que teníamos dentro de casa! He visto ver bajar grandes troncos en días de tormenta. He estado tres días y tres noches incomunicado, sin luz, sin luz. autóctona enorme (quedan muy pocas)". Joan Vantolra, responsable de la infraestructura donde nace el Canal de Urgell, no deja de compartirme anécdotas. Estamos en una sala donde hay grandes volantes de hierro. Él les hacía girar manualmente en los primeros años que trabajaba aquí. ¡Y hace treinta y tres!

Los volantes abrían y cerraban las compuertas y regulaban el paso del agua. Hace tiempo, Juan se las ingenia colocando unas poleas para no tener que hacer tanto esfuerzo. Ahora ya no se utilizan los volantes: todo es automático y el encargado de hacerles girar es un ordenador.

Estoy en el km 0 del Canal de Urgell, el punto de partida de esta importantísima infraestructura hidráulica. El lugar, situado en el término municipal de Ponts, se conoce como la presa del Tossal de Ponts.tomatiene el sentido de donde se toma el agua.

Juan reside con su mujer (la hija ya ha emprendido el vuelo) en una vivienda sobre las compuertas. Por debajo de la casa pasan ahora en verano cerca de 33.000 litros por segundo.

Me acompañan los hermanos Mestre, Cristina y Jordi. Su bisabuelo, Ramon Gorné, trabajó aquí como "guardia conservador de la presa". Debió de ser un buen trabajador, aplicado y diligente: su expediente laboral dice que se le dieron una gratificación de 100 pesetas por el buen trabajo. Jordi me comenta con una amplia sonrisa una anécdota que explica a menudo: "A mi padrino Sebastià, hijo de Ramón, le gustaba mucho el arte. Cuando tenía 15 años, justo terminadas las obras de esta nueva presa y de la casa de las compuertas, hizo una maqueta fiel y extraordinaria, que de mucha piedra, toda de piedra, toda de piedra. revistas. A los bisabuelos les aconsejaron que ofrecieran al Sebastián estudios artísticos en Barcelona, pero eso era imposible por el esfuerzo económico que les suponía. ¿Cosas que pasaban antes?

Los Maestro conocen la triste historia de un crimen que ocurrió aquí. El escritor Vicenç Villatoro lo cuenta en el libro Urgell. La fiebre de agua: "Mataron al matrimonio mayor que vivía para robarles el dinero de las pagas, que el ladrón no acabó de encontrar, escondidos tras un azulejo, y que aparecieron años después cuando hicieron obras". "El asesino arrojó el cuerpo de la mujer atado al agua del canal, que la arrastró hasta que la falda quedó enganchada en alguna rama aguas abajo. El hombre lo encontraron con la cabeza asustada en la propia casa". Lo pillaron, el asesino. Hacía trabajos en la presa. Fue descubierto por el perro de la casa, que hacía fiestas a todos los jornaleros que pasaban allí... menos a uno, al que ladraba rabiüt.

"Eso ocurrió en una época en la que aquí había muchos trabajadores. No como ahora, que no hay casi nunca nadie", remarca Maribel Pedrol, directora de la Fundación Canals d'Urgell. "No puedo dejar de pensar en los inquietantes momentos en que mis bisabuelos se instalaron aquí a vivir, cuando todavía no se había resuelto el asesinato", añade Jordi.

Este crimen no lo vivió Joan Vantolra. En cambio, sí vivió el episodio siguiente: "Un coche de juventud volvía de noche hacia la Seu d'Urgell, después de haber ido de marcha. El coche salió volando en una curva junto al canal y fue a bajar con fuerza", me cuenta. de una familia influyente de la Sede que pidió que detuvieran la bajada del agua, sin éxito. Entonces un autocar lleno de gente de la Seu vino a exigir que detuvieran el agua. Vino la Guardia Civil. Hubo momentos de tensión, pero yo no me enfrenté. Por último, hubo un pacto: no se detendría la bajada del agua, pero se rebajaría su caudal para la búsqueda del cuerpo, que encontraron sin vida".

Maribel ha realizado numerosas visitas guiadas en este lugar poco conocido. Comenta con mucha pasión la historia y las historias del Canal de Urgell y detalles del patrimonio de dónde estamos. Existe, por ejemplo, una iglesia de estilo neorrománico. Es la iglesia de San Isidro (Labrador), diseñada por... Isidre (Puig Boada) en 1950. "Fíjate en este cuadro de Cristo en la cruz", me dice Maribel cuando estamos dentro del templo. "Ha sido restaurado hace poco. Hace cuatro días no se veía. Era oscuro. Le habrían podido humbre una cerilla y no habría pasado nada".

Unos cientos de metros más abajo del edificio del centro de operaciones del canal, hay otro de similares características, situado también sobre el canal. Es Ca l'Ermità. Era el sitio original de captación de agua regulada por compuertas. En 1913 se inauguró la actual casa y esta primera –que había quedado muy estropeada por una gran riada– quedó anulada.

Caminamos bajo las vueltas de Ca l'Ermità. "Aquí comienza el túnel de la Lenguadera, por donde pasa el agua. De vez en cuando hay algún desprendimiento. Por eso no dejamos que los visitantes pasen por el túnel de Montclar. Este túnel, de cinco kilómetros de largo, tuvo que hacerse para que el agua pudiera continuar su ruta; de muertes.

"Las obras del túnel de Montclar –y de todo el canal– fueron dirigidas por Domingo Cardenal. Es curioso porque era vasco y le llamamos Domènec Cardenal. Le catalanizamos el nombre, ¡y ave!", comenta Maribel. "Lo hacemos nuestro: tiene bastantes calles en municipios de esta zona con este nombre. ¡Sólo nos falta hacerlo santo!"

El pozo no tendría agua sin el canal

"El Canal de Urgell es una infraestructura importantísima. Quienes de la llanura regada por el Canal de Urgell restan importancia al canal y dicen «ya lo tomamos del pozo, el agua», hay que recordarles que el pozo no tendría agua sin el canal", remarca Maribel Pedrol, responsable del Espai Cultural de les Canals de acequias.
"El agua del Canal de Urgell permite regar y proporciona agua a los animales, a las casas, a la industria... Da vida al Urgell, al Pla d'Urgell, al Noguera ya las Garrigues. Se benefician unos 120.000 habitantes".

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