Industria

Ford y General Motors crecen en Estados Unidos impulsados por los aranceles de Trump

General Motors protagoniza el mejor inicio de año de su historia a nivel de ventas y Ford crece un 14,2% en el mercado estadounidense como resultado de las políticas proteccionistas de la administración Trump

Imagen de archivo de la fábrica de Ford en Almussafes.
04/07/2025
3 min

Ford y General Motors, los dos grandes gigantes de la industria automovilística estadounidense, parecen pasar por un momento dulce gracias a las políticas proteccionistas impulsadas por la administración Trump. Las medidas impulsadas han dado oxígeno a General Motors y Ford, dos matrices industriales que pasaban algunas de las horas más oscuras de su pasado reciente, con un repliegue comercial que en el caso de General Motors le ha hecho desaparecer del mercado europeo y en el caso de Ford ha tenido que prescindir de algunos de sus modelos de mayor éxito en los últimos años.

General Motors acumula un crecimiento de las ventas del 12% en el primer trimestre del año y del 9% en el segundo trimestre de 2025, y protagonizan el mejor inicio de año de su historia. Algunas de las filiales del grupo como Buick (especializada en SUV y todocaminos) han crecido un 29% en lo que va de año, mientras Chevrolet también ha crecido un 9% gracias a las ventas de sus camionetas y todocaminos. Curiosamente, Chevrolet también ha sido la marca líder en el segmento de ventas de coches eléctricos por primera vez en la historia, superando a Tesla en volumen total de producto y cuota de mercado.

El crecimiento de Ford en este inicio de 2025 también ha sido protagonizado por el aumento de la demanda de SUV o todocaminos y de camionetas o pickup, con un incremento de las ventas durante el segundo trimestre de 2025 del 14,2%. El presidente de la división automovilística de Ford Blue y Model e, el estadounidense Andrew Frick, asegura que la clave del crecimiento radica "en que los clientes valoran un producto realizado en América y para los americanos". El crecimiento de las ventas de Ford se centran en el sector de las camionetas o pickup, pero también en el de los híbridos enchufables o PHEV y de los modelos totalmente eléctricos, con un crecimiento del 14,7% sobre el total del mercado.

Un crecimiento real, pero con pies de barro

Las buenas cifras de ventas de los dos gigantes de la industria automovilística estadounidense en su mercado contrastan con las dificultades que encuentran los fabricantes extranjeros a causa de los aranceles comerciales, especialmente si no disponen de fábricas en territorio estadounidense. Sin embargo, el movimiento proteccionista de Trump también puede tener un efecto comercial negativo para Ford y General Motors, como es el de cerrarse excesivamente sobre su mercado local. De entrada ambos fabricantes no quieren renunciar al casi millón y medio de camionetas que cada año se venden en Estados Unidos, pero una excesiva especialización con un producto muy orientado a las particularidades del mercado norteamericano puede comportar también ciertas dificultades para competir con productos polivalentes en el resto de mercados, especialmente el europeo.

En este sentido, cabe recordar que hace más de cinco años que General Motors traspasó a Opel al grupo Citroën-Peugeot (actual Stellantis) y se desentendió del mercado europeo, y que Ford pasa horas bajas en el Viejo Continente después de haber retirado modelos icónicos como el Fiesta, el Focus o el Mondeo para ahorrar costes de producción. El crecimiento de General Motors y de Ford es real, pero demasiado segmentado y focalizado en todocaminos grandes y camionetas, que si bien todavía gozan de una gran popularidad en Estados Unidos, son productos sin salida comercial real en el mercado europeo, japonés o de China.

Por último, también conviene destacar que el crecimiento y liderazgo del segmento de los coches eléctricos en el mercado doméstico estadounidense de General Motors y el crecimiento de Ford se deben a diversas circunstancias que se pueden resumir en una crisis de liderazgo y producto de Tesla y los altos aranceles que deben pagar los modelos chinos, japoneses o europeos, más que por el producto. En este sentido, conviene destacar que Ford ha tenido que llegar a acuerdos y firmar diversos convenios para hacer uso de las plataformas, mecánicas y tecnológicas eléctricas desarrolladas por el grupo Volkswagen por sus modelos eléctricos en todo el mundo, ya que actualmente no tiene una tecnología propia lo suficientemente madura para desarrollar productos propios y diferenciados.

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