El Gobierno compra seis nuevos radares portátiles
Los radares portátiles de última generación costarán más de 2 millones y mejorarán la identificación y sanción a los conductores
El Servei Català de Trànsit (SCT) dispondrá de una nueva herramienta para controlar la velocidad de los conductores y conductoras de la red viaria catalana gracias a la compra de seis nuevos radares en remolque (es decir, portátiles) de última generación. La compra de estos nuevos radares ha sido autorizada por el gobierno de la Generalitat, y suponen un gasto de 2.156.797,93 €, que se dividirá en dos contrataciones imputables a los ejercicios de los años 2025 (1.033.092,25 €) y 2026 (1.123.705,68 €).
Los nuevos radares en remolque pueden funcionar de forma autónoma, sin necesidad de estar enchufados y conectados, y permiten una gestión más sencilla y rápida de las posibles infracciones de velocidad. Gracias a su tecnología láser, pueden realizar el seguimiento de la velocidad de los vehículos durante varios metros y determinar su velocidad con seguridad, y gracias a la conexión a la red puede tramitar inmediatamente la sanción correspondiente sin la presencia de un agente de tráfico. Además, estos nuevos radares disponen de una carcasa resistente a prueba de actos vandálicos.
La idea del SCT es posicionar estos radares en remolque en los tramos de las vías que registran mayores incidencias viarias y más índices de accidentalidad a lo largo de varios días, tanto en vías de alta capacidad como autopistas y autovías como en tramos de carreteras locales y comarcales especialmente conflictivos.
Reducción de la accidentalidad
El objetivo que justifica la adquisición de estos nuevos cinemómetros es reducir la siniestralidad de la red viaria catalana, ya que el Servicio Catalán de Tráfico apunta que los lugares donde ha colocado radares ha conseguido una reducción de la siniestralidad de entre el 65% y el 80% Desde el SCT se apunta a que los radares colocarán de forma visible, siempre al margen de la carretera.