¿Castigo o justicia?

Una furgoneta del Carabinieri en una imagen de archivo
27/11/2025
Periodista
3 min

Una pareja —ella australiana, él inglés— decide realizar un cambio de vida radical y se instala en Italia, en una casa en el bosque donde viven con lo básico y donde crían sus hijos de forma alternativa a la mayoría. Ahora, la justicia italiana ha decidido retirarles la custodia de los hijos alegando que las criaturas, dos gemelos de 6 años y una niña de 8, no están escolarizadas, carecen de servicios básicos y viven aisladas. Los niños están en un centro de acogida mientras esperan la decisión definitiva de una jueza que decidirá qué es lo mejor para ellas. La familia ha demostrado, con datos del ministerio de Educación italiano, que una maestra sigue su educación en casa y que sus hijos juegan con otros niños y niñas de la zona. Para generar energía tienen placas solares y sacan agua potable de un pozo. Los hijos no presentan ningún signo de maltrato. No tienen móviles ni televisión. No están vacunados. Cada uno puede opinar, pero ¿qué se está juzgando exactamente?

En Italia es el tema del momento. Tanto es así que los políticos han aprovechado para meter cucharada. La extrema derecha, especialmente. Matteo Salvini ha defendido a sus padres y ha aprovechado para recordar que hay niños que viven en peores condiciones, como los de los asentamientos de la comunidad romero, y que nadie les dice nada. Habría que ver si Salvini hubiera estado tan a favor si la pareja en cuestión hubiera venido del África subsahariana. Giorgia Meloni, por su parte, está estudiando el caso con el ministro de Justicia. Y la sociedad italiana se ha posicionado mayoritariamente junto a su familia. Pero ¿por qué piensan que mejor la familia unida, sea cual sea la familia? ¿Por qué creen que no hacen nada mal? Las instituciones italianas tuvieron noticias de ellos por una intoxicación de setas que les llevó a todos al hospital. ¿Es contradictorio querer vivir de forma alternativa y acabar en un hospital de medicina tradicional? ¿Es más contradictorio que ser pobre y votar a la extrema derecha? ¿O más que trabajar en una multinacional y ser vegano? Hago trampas. Pero es sólo para poner la cabeza en disposición de pensar antes de juzgar. Entre otras cosas, porque todos somos hijos y no hay padres perfectos.

En nuestro país hay muchas familias que pertenecen a una secta católica, que tienen muchos hijos a los que meten en la secta, y los servicios sociales no sólo no toman la custodia a los padres sino que se les permite que abran escuelas y centros juveniles donde todos puedan encontrarse. Sus ideas son profundamente retrógradas, machistas y antidemocráticas; sus representantes han sido denunciados por abusos en distintos países, pero siguen funcionando. Por otra parte, el sistema económico que tenemos favorece la desigualdad y hace que muchos niños no tengan cubiertas las necesidades básicas. Y sin embargo, el sistema no cambia. De la misma forma que se permite que haya parejas que compren criaturas a cambio de dinero.

Pensamos lo que pensamos, vacunar a los hijos no es obligatorio por ley en todas partes y la homeschooling no está prohibida. Estos niños vivían en medio de la naturaleza, no aislados, convivían con sus padres y animales que cuidaban, no tenían móviles ni televisión y, para muchos, representan un ideal de vida, sin las dependencias que nos ha generado el mundo actual. ¿Es esto lo que se castiga? Mucha gente dirá: ni un extremo ni otro. La pregunta es: ¿quién ha decidido cuál es el extremo? ¿Quién ha decidido, y en función de qué, que unos sean más intocables que otros? Y en serio: ¿alguien se cree que en lo que se piensa realmente es en el bienestar de los niños?

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