Quien hace más por el catalán
Incluso el ministro de Cultura ha intervenido en la polémica que lleva días arrastrando a Mushkaa. La joven cantante lamentó que a la hora de defender el catalán "hay gente, no todo el mundo, que lo hace de una manera tan agresiva que hace que los que hablan castellano se sientan rechazados", palabras por las que recibió un chaparrón de críticas, y críticas por las que el ministro ha salido en defensa del artista diciendo que hace más ella “por la cultura catalana que algunos talibanes de la lengua”.
Urtasun pudo estar más ministro y menos comentarista, pero ya se sabe que la política sale cada día a patrullar y localizar las polémicas disponibles para mantener la tensión ideológica autojustificativa y se agarra a marcas personales que considera de provecho para clavarla hay la banderita del partido en un rincón.
En relación al catalán, la susceptibilidad es máxima, total y absoluta. A favor y en contra. Y desde hace siglos. Y en nuestros días es peor porque, si quieres bronca, la red está abierta de día y de noche, como los casinos de Las Vegas. El motor de la historia está pasando a ser la crispación. En este sentido, que un ministro compare si una artista hace más que todos los cabreados en la red es un ejercicio estéril que sólo contribuye a volver a cargar las escopetas con más perdigones. A Mushkaa hay que decirle que no tenga miedo a opinar y que aprenda que las redes son la selva. Pero agarrarse a los maleducados, ofendidos e indignados de las redes para marcar un punto de equidistancia, como si defender el catalán fuera algo de gente peligrosa, es muy fácil y nos hace olvidar lo fundamental: la inferioridad del catalán es una razón de ser de la política española, ahora y desde hace siglos. Y aquí es donde cabe preguntar al ministro español de Cultura qué políticas piensa impulsar para llenar de contenido su propia afirmación, que "el catalán es de todos y la cultura catalana la hacemos entre todos y todas".