Draghi, Ucrania y Gaza

"Solo vamos a superar la división en Europa si la voluntad de cambio recibe un amplio apoyo democrático. Las decisiones a las que nos enfrentamos son demasiado importantes como para ser resueltas con soluciones tecnocráticas"

El informe Draghi sobre el futuro de la competitividad europea es un buen documento, y la presentación que hizo el autor ante el Parlamento Europeo –a la que corresponde la cita que encabeza este artículo– es de lectura más que recomendable. Sin embargo, no deja de ser un informe más sobre la pérdida de posiciones de la economía europea respecto a la americana y la china.

Cargando
No hay anuncios

Cualquier objetivo ambicioso exige sacrificios importantes, y Draghi sentencia que los dirigentes de los estados miembros deberían ceder competencias a la Unión.

  • Una parte más importante de la inversión pública en I+D debería realizarla la UE, y los estados miembros menos. Actualmente, la proporción es de 10/90. En el caso de defensa, toda ella debería ser realizada en común.
  • Haría falta una auténtica "política económica extranjera" para llegar a acuerdos con países productores de materias primas.
  • La compra de equipos militares debería ser conjunta, y estos deberían ser estandarizados e interoperables para que pueda desarrollarse una industria europea capaz de reducir el peso de los proveedores extranjeros, que actualmente suministran el 80% del total.
  • Habría que crear un mercado de capitales único para que el ahorro privado pueda ser canalizado a proyectos europeos.
  • Los grandes proyectos estratégicos de interés común deberían ser financiados con deuda común.
Cargando
No hay anuncios

Nada de todo esto es ni nuevo, ni sorprendente. Estados Unidos tiene una economía mucho más dinámica que la europea (lo que significa que la productividad por hora trabajada crece mucho más rápidamente), pero no porque sus habitantes sean más emprendedores, ni porque inviertan más (ni siquiera en I+D), ni siquiera porque gasten mucho más en defensa. Fundamentalmente, su ventaja es que son un estado unificado que actúa como tal, en vez de un grupo de estados en el que cada uno tiene sus prioridades.

Por otro lado, Draghi hablaba cuando el compromiso de inversión anual en defensa por parte de los países miembros de la OTAN se situaba en el 2% del PIB; ahora ya es, de facto, el 3,5%. La diferencia es muy grande y exige inexorablemente sacrificio a los ciudadanos en términos de servicios públicos.

Cargando
No hay anuncios

Draghi sabe que sus propuestas no serán implementadas a menos que tengan "un amplio apoyo democrático", o sea, porque lo exija el pueblo. Ahora bien, ¿es razonable esperar tal cosa?

Draghi apela al sentimiento público augurando que, a la larga, "nos volveremos menos prósperos, menos iguales, menos seguros y, como resultado, menos libres para elegir nuestro destino". No sé imaginar una manifestación popular movilizada con estos argumentos. Tampoco me sé imaginar, por lo tanto, a muchos políticos proponiéndolo en sus programas electorales ni llevándolo al Parlamento correspondiente en forma de propuestas de ley.

Cargando
No hay anuncios

¿Podemos imaginar unas circunstancias en las que estos cambios sean asumibles?

Cargando
No hay anuncios

Imaginemos que Rusia solo se muestra dispuesta a aceptar una paz con Ucrania en la que esta ceda territorios, pero no obtenga garantías reales que la protejan de futuras agresiones. ¿Por qué debería aceptarlo si considera que la totalidad de Ucrania debe formar parte de Rusia y si está ganando la guerra? Imaginemos que Israel sigue bloqueando la posibilidad de creación de un estado palestino a base de asentamientos en Cisjordania y de dificultar la vida civilizada en Gaza. ¿Por qué debería dejar de hacerlo si su opinión pública considera que la totalidad de los territorios deben formar parte de Israel y si está ganando?

Imaginemos ahora que un dirigente alemán se pone serio con respecto a ambos temas. Me refiero a los compromisos que han adquirido los países miembros de la Unión Europea: el respeto a la integridad de los países europeos ante agresiones exteriores, la creación de un estado palestino (recordemos que la resolución de la ONU que dio lugar a la creación del estado de Israel incluía también la creación de uno palestino) y la condicionalidad del Acuerdo de Asociación de la UE con Israel al cumplimiento por parte de este de los derechos humanos. Imaginemos que este dirigente alemán apela a la opinión pública alemana subrayando que Alemania –como el resto de los países miembros– está obligada a poner los medios para conseguir esos objetivos.

Cargando
No hay anuncios

Solo en este caso me resulta imaginable que la Unión Europea ponga en marcha algo similar a lo que propone Draghi. La razón es clara: los sacrificios no se hacen de acuerdo con razonamientos, sino de acuerdo con sentimientos. El problema es que me parece que falta mucho para que ese dirigente –que tiene que ser alemán– dé este paso.