Si las previsiones del último Barómetro del CEO se cumplieran por el lado alto del tenedor, y se diera el caso de que Vox obtuviera 14 diputados en el Parlament de Catalunya, y Aliança Catalana 11, su suma (las extremas derechas suman, aunque una se llame españolista y la otra se declare independentista) sería de 25 diputados, es decir, un 18,5% de la representación. Casi un veinte por ciento de diputados ultranacionalistas es un porcentaje que algunos encontrarán escaso en comparación con los Parlamentos de otros países (la extrema derecha es tercera fuerza en España y Alemania, segunda fuerza en Francia y directamente gobierna en Italia), pero en cualquier caso es un porcentaje preocupante.
También hay que tener en cuenta la sólida posición conseguida por el PP en Catalunya, con un tenedor que sólo vacila, en este Barómetro, entre los 14 y los 15 diputados: otra fuerza, por tanto, de derecha extrema (por muy absurdamente simpático que algunos lo encuentren, las disputas de Alejandro Fernández dentro del PP no son causa intestinas de poder). La suma de PP y Vox es automática, y es más fácil que AC llegara a sumar también con ellos (por encima de su patriotismo español o catalán, que es falso, les unen los discursos de odio contra los inmigrantes) que con el bloque independentista, donde AC es incompatible con ERC y la CUP. Se supone que también son incompatibles con Junts, aunque habrá que ver qué pasará en muchos municipios, cuando una alcaldía u otra pueda estar o dejar de estar en manos de Junts en función de los votos o abstenciones de Aliança Catalana. No sólo municipios: también las Diputaciones e incluso la mesa del Parlament pueden llegar a depender de los votos de Aliança Catalana. La presidencia de la Generalitat, de acuerdo con las previsiones del Barómetro, de momento no, pero también podría llegar a suceder. En cualquier caso, cuando se planteen determinadas situaciones aritméticas, se verá hasta qué punto son o no son excluyentes determinadas siglas y discursos, así como otras cosas interesantes, como dónde queda la clásica distinción entre el eje ideológico y el eje nacional en la política catalana.
Que Vox y (sobre todo) Aliança Catalana sean, con diferencia, los partidos con mejores expectativas electorales se debe a una diversidad de factores, pero hay dos que parecen claros. AC. Y dos, que se hayan normalizado discursos pseudopolíticos que se presentan pomposamente como aportaciones intelectuales pero que no son más que palabrería resentida, en las que las frustraciones personales se confunden con las colectivas, sin duda ha alimentado el señor Esteve, pero no. obviamente nocivos para todo lo que tan solemnemente dicen defender.