La excepción ibérica
Cuando se fue la luz y los semáforos se apagaron, y los móviles perdieron la cobertura, y en cantidades industriales empezó a correr que era de ellos, porque el apagón estaba en España, Portugal, La Meca y los Valles de Andorra, y que había gente atrapada en el metro y en los trenes, y que no era por culpa de Rodal, por culpa de Rodal sumar dos más dos: eso debía ser el ciberataque aquel que decía aquella comisaria de Bruselas, tan elegante y tan divertida ella, que hizo el vídeo con un bolso de donde iba sacando una radio de pilas, unas velas, billetes de banco y unas latas de sardinas ideales para pasar tres días. ¡Ay, la dulzura de la vida analógica!
Suerte que era de día y que hacía bueno, y que Ustrell estaba de humor y no parecía el apocalipsis. Llega a pasar por la noche o en invierno que a las seis ya está oscuro, y la cosa habría sido más dramática. Al mediodía, las terrazas de los bares de Barcelona estaban a caer de gente comiendo tapas y cervezas como si fuera la Mercè, mientras pasaban autobuses cargados de gente mirando fuera y turistas cargados de maletas y mirando el móvil desorientados, en lo que era una colección de imágenes contradictorias y anticlimáticas.
A las seis salió Pedro Sánchez y volvimos vagamente a la pandemia, sobre todo cuando dijo que se había producido una "fuerte oscilación del sistema europeo", que nos recordó Acebes diciendo que había dos líneas. Y después salió Núria Parlon y dijo que, seis horas después, las causas no estaban claras. O sea que igual es que la excepción ibérica es que tenemos una red eléctrica muy mejorable, y no es que no paguemos unos recibos de la luz generosos. Alguien explicará qué pasó, o cómo decía ese señor delApm?, esto es un engaño de los de arriba?