Instrucciones para la noche del sábado
Había oído hablar de brecha salarial, de brecha digital y de brecha de género, claro. Pero de brecha orgásmica todavía no. Veo que ya tengo otro motivo de queja (en tanto que mujer en genérico), porque un estudio aparecido en la publicaciónJournal of Social and Personal Relationshipsnos dice que "las mujeres que mantienen relaciones sexuales con hombres suelen tener menos orgasmos que ellos" y sugiere que se debe a que los hombres (esos diablos egoístas y peludos) "tienden a centrarse en su propio orgasmo y sienten que tienen el apoyo de sus parejas para conseguirlo" mientras que las mujeres (estos ángeles más suaves) "ab niega". Lo denominan "brecha en la búsqueda del orgasmo".
Yo, sinceramente, habría dicho que estaba al revés, pero no me hagáis caso. Me parecía que la tendencia era que las hembras –al menos las hijas del movimiento hippy– eran de la banda multiorgásmica. En cambio –pero no me hagáis caso, tampoco– pensaba, también, que los hombres con un orgasmo por acometida –dos, si había ganado al Barça– ya hacían fiesta grande. Centrarse en el placer del otro, con frecuencia, es un acto de placer propio. Aparte, que hoy en día es imperdonable comportarse como "una estrellita de mar" y dejarse hacer. Pero, por supuesto, al mismo tiempo, para hombres o mujeres creo que es imposible no "centrarse en el propio placer" llegado un punto. El punto que el mítico sexólogo Bolinches llama (y me encanta como lo dice) "el punto de no retorno eyaculatorio". ¿Por qué, en este estudio, sólo se centran en las relaciones heterosexuales y monógamas? ¿En una pareja de mujeres no puede ser que haya una que se centre en el placer de la otra? ¿Será relevante que una tenga más orgasmos? ¿Y en una pareja de hombres?
Concluye el estudio que el descubrimiento "ayuda a explicar por qué las mujeres experimentan menos orgasmos y, en general, menos satisfacción sexual en las relaciones heterosexuales". No sé si los autores o autoras del estudio nos están invitando a todas a algo.