El 'loco' Milei, el spot del PSOE y las "verdaderas izquierdas"
El PSOE ha lanzado un spot de campaña para las europeas en el que usa la imagen de Javier Milei con la motosierra y se enorgullece de representar a "los zurdos" a los que siempre señala el presidente argentino.
Una vez más vuelve a la campaña el PSOE de la chaqueta de pana y coderas que desquicia a las “verdaderas izquierdas” que no soportan la metamorfosis que vive el PSOE en cada campaña. Que haya mucha hipocresía y una buena dosis de cara dura en el PSOE que cierra el puño y canta la internacional no debería despistarnos de la cuestión crucial; a diferencia de las “verdaderas izquierdas”, en el PSOE saben que las campañas van de ideología y que ellos son un partido que encarna los valores de izquierdas de una parte de la sociedad. Que jamás los apliquen en sus políticas de gobierno o que ni tan siquiera conciernan a los estilos de vida de sus dirigentes es lo de menos. Cuando estuve en el Consejo de Ministros me sorprendió que casi todos los ministros del PSOE habían llevado a sus hijos a la educación privada; las chaquetas de pana, digámoslo así, brillaban por su ausencia. Pero más allá de sus ministros, en el PSOE saben lo que representan y eso sale siempre en campaña.
Milei se lo puso a huevo. En su discurso en el mitin de VOX ayudó a los suyos pero también al PSOE y dejó una reflexión para la historia que la mayor parte de los medios de comunicación olvidaron: Me dicen: “pero usted ahora es un jefe de Estado, cómo va a estar haciendo estos comentarios, cómo va a abrir a hablar así de sus adversarios políticos, cómo va a hablar así de otros mandatarios como hace dos años, o de un presidente”, como me toca ser ahora. En todo caso, ahora que soy presidente, mi responsabilidad por librar la batalla cultural es, aún, mucho mayor, porque lo que hago y digo tiene un efecto más grande. Y dar la batalla cultural no es solo moralmente correcto, sino que, además, es necesario de un punto de vista del gobierno, es necesario para el éxito de cualquier programa de gobierno liberal o libertario, para que las políticas que implementen sean duraderas.
Aunque sea un “loco”, aunque sea un tipo sin escrúpulos con un narcisismo insoportable, Milei no es imbécil y sabe de qué va la política. El hombre que habla con su perro muerto demostró, una vez más, ser consciente de que en nuestras sociedades la ideología que se transmite a través de la comunicación es el gran terreno de la pelea política. Milei, como buena parte de las nuevas derechas ultras, es más gramsciano que sus enemigos, los "zurdos de mierda". Pero en el PSOE han visto bien la jugada y han respondido con inteligencia: por supuesto que somos los zurdos de mierda, y a mucha honra.
Es desesperante que el PSOE tenga más reflejos que las “verdaderas izquierdas” a la hora de subirse al ring de boxeo de la ideología. En el PSOE han visto que esta campaña no va de poner sobre la mesa sus logros en políticas sociales sino valores. El contraste con Sumar produce rubor. En un vídeo en X que recibió millares de pedradas de los usuarios, la candidata de Sumar a las europeas presumía de que su partido había conseguido topar el precio del gas, lo que recibió la contestación y la “contextualización” de la red que le recordaron que eso lo habían conseguido Belarra y Podemos. Pero el problema no es el ridículo de la candidata atribuyéndose para sí algo que no le correspondía, sino la continua renuncia a disputar los valores a la derecha. Sumar ha quedado en tierra de nadie; entre un PSOE que, empujado por Milei, puede ganar o al menos tener un buen resultado a las europeas y que le roba votos en cada tracking y Podemos que representa, ante todo, valores e ideas frente a su inconsistencia.
Esta última semana de campaña será una lucha de valores e ideas, con VOX y Alvise mordiendo las entrañas ideológicas del PP, con el PSOE vestido con la chaqueta de pana, con los soberanistas reivindicándose los unos frente a los otros y con las izquierdas disputándose, ante todo, quien representa la ética. No se olviden de algo: Anguita decía programa, programa, programa pero ni Cristo se leyó aquel programa. Lo que hizo tan especial al maestro de Córdoba eran sus ideas y los valores que encarnaba.
PD para la izquierda: Decir “a la mierda” en público desde la tribuna del Congreso representa, en términos de valores y de valor, lo contrario a decirlo cuando crees que nadie te oye.