Melody y Mónica Naranjo
Asisto emocionada al debate sobre si la cantante Melody no fue bien puntuada en el festival de Eurovisión porque Televisión Española mostró un mensaje contrario a Israel.
Sería demasiado fácil que la cantante Melody hubiera fracasado a causa del pérfido Pedro Sánchez. La chica participaba con una canción pachanguera sobre ser una mujer empoderada. De entre las frases de la inmortal canción destaco ésta, que habla de los sentimientos de una "diva": "Su voz le hace grande, ¿qué más da / si ella se libre cantando como un pez en el mar?".
Que Melody haya decidido cantar sobre su empoderamiento estaría bien si no fuera porque esta idea la tuvieron siete u ocho cantantes, cantatores y cantantes de siete u ocho países diferentes. Enviar el mensaje" me han hecho bullying de pequeña y ahora salgo con el arte" es una frase sostenible si la dice un solo ser, no diez seres. Todas las mujeres empoderadas como Melody, en Eurovisión, quedaron mal puntuadas, sin ningún contubernio. Una cantante que enseña las piernas (orgullosa) con botas por encima de la rodilla tiene gracia.
La cantante israelí, que todo el mundo dice que quedó bien situada por el voto del público (sospechoso), y que cantaba una canción muy similar a no me deje no, estaba en otro lugar, diferente, de toda la serie de empoderadas, una detrás de la otra. Y de todos modos, le diría a Melody ya toda la corrua de otros que hacerse la diva y la empoderada está muy bien. Pero que todas ellas deberían ver vídeos de Mónica Naranjo. Que era fan, por cierto, de Rocío Jurado.