Un presidente juzgado por odio
Después de que la Audiencia Provincial de Palma haya desestimado el recurso que presentó, el presidente del Parlamento de las Islas Baleares, Gabriel Le Senne (Vox), finalmente tendrá que ir a juicio como acusado de un delito de odio. Los hechos que han llevado a esta situación insólita se produjeron pronto hará un año, el pasado 18 de junio, en el mismo Parlamento balear, cuando Le Senne perdió los estribos ante dos diputadas socialistas (y miembros de la mesa del Parlamento) e hizo pedazos una foto que una de ellas llevaba enganchada a su ordenador portátil, con la ordenador portátil, con la ordenador portátil, asesinadas por los fascistas la Noche de Reyes de 1937. Esto ocurrió en el transcurso de la sesión durante la cual se debatía precisamente derogar la ley de memoria histórica, a petición de Vox. El rasgado de Le Senne generó un fuerte rechazo ciudadano, y finalmente el presidente del Parlament balear deberá responder ante la justicia por las diversas querellas presentadas por entidades memorialistas como Memoria de Mallorca, familiares de Aurora Picornell, el colectivo ciudadano Estimada Aurora o el Partido Comunista.
En Baleares volveremos a ser pioneros: que el presidente de un Parlament tenga que responder de un delito de odio es una situación tan vergonzosa como, hasta ahora, insólita. Pero es previsible que se convierta en una situación habitual, si sigue avanzando la reconquista de España (ellos llaman así) por parte de PP y Vox. Además, esta gente suele gestionar mal la euforia, y ahora están exultantes porque están convencidos de que la Guardia Civil les ayudará a acabar con el traidor en España Perrosanxe, y el ambiente de fiesta en el cuartel puede llevarlos a cometer cualquier exceso.
La confirmación del juicio contra Le Senne llega en un momento en el que los dos partidos de la derecha ultranacionalista española han renovado su alianza, y lo han hecho aprobando (con victoria por goleada de Vox sobre el PP) los presupuestos de la Generalitat Valenciana y del Govern Balear. La presidenta del Govern Balear, Marga Prohens, sostiene que el PP ha llegado a este acuerdo sin renunciar a ninguno de sus principios, y será verdad, porque no los tienen, y no repetiremos ahora la broma de Groucho Marx al respecto. Al fin y al cabo, han sido ellos -Prohens y el PP- quienes han mantenido a Le Senne en la presidencia del Parlamento, incluso cuando ya era investigado, incluso pese a la indignidad de su gesto, que en una democracia sana debería haber obligado a su dimisión o al cese.
Cuanto más se obsesiona al PP con competir con Vox, más prisionero se vuelve de su discurso de odio. El odio que esta gente profesan por los ciudadanos de Baleares, Comunidad Valenciana y Cataluña es perfectamente comparable a lo que destilaban los falangistas de hace noventa años. De hecho, su mensaje siempre es el mismo: volveríamos a cometer los mismos crímenes ahora mismo, se lo volveríamos a hacer ahora mismo. Desesperado por llegar a la Moncloa, el PP abraza y asume este mensaje. En Mallorca y en todas partes.