Las promesas de Sánchez y el escepticismo de Argimon

Hace ya algunas semanas que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, está anunciando que este segundo trimestre podrán repartir hasta 300 millones de dosis de vacunas contra el covid-19. Después del fiasco del primer trimestre, y la pérdida de prestigio y credibilidad de la Unión Europea como negociadora por la escasez de vacunas y la lentitud del proceso, el ejecutivo comunitario se ha puesto en marcha autorizando con más celeridad nuevas instalaciones donde fabricar las vacunas y también haciendo más compras a las compañías que lo tienen ya autorizado. De este modo, ya se preveía que a partir de abril el ritmo de vacunación se podría acelerar y se doblarían o triplicarían el número de dosis recibidas en relación a los primeros tres meses del año. Este martes el presidente español, Pedro Sánchez, quiso comparecer en rueda de prensa después del consejo de ministros para explicar la buena nueva, apuntarse por avanzado "el éxito" de la estrategia europea y prometer que a finales de verano, acabando el mes de agosto, se habría conseguido vacunar de manera completa al 70% de la población adulta española. De hecho, incluso concretó un calendario según el cual prevé tener 5 millones de vacunados con la pauta completa hacia el 3 de mayo, 10 millones a principios de junio, 15 millones a mediados de mes y llegar el 19 de julio a tener 25 millones de personas inmunizadas.

Son teóricamente muy buenas noticias que, aun así, han sido recibidas con cierto escepticismo por el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, porque no todas las previsiones se han cumplido hasta ahora. De hecho, hace unos meses el ministerio de Sanidad aseguró que a finales de marzo el 80% de la población de más de 80 años estaría ya vacunada –y esto no se habrá conseguido hasta la semana próxima o finales de esta– y la ministra también hablaba hace poco de llegadas masivas de vacunas de hasta 400.000 dosis a Catalunya esta misma semana y han sido de momento poco más de la mitad a la espera de lo que pueda enviar AstraZeneca en los próximos días. La vacuna de la compañía sueca –bajo sospecha todavía por los casos, esporádicos y aislados, de trombos que están dificultando su administración en varios países y limitando el margen de edades– es la que está creando más problemas porque no ha cumplido con el calendario previsto de entregas y no hay manera de saber exactamente cuándo enviará ni qué cantidad. La esperanza se ha puesto ahora en la vacuna de Janssen, de Johnson & Johnson, que es de una sola dosis y de la cual se esperan solo en Catalunya 800.000 dosis hasta junio. A pesar de que la compañía había apuntado que se retardaba la entrega hasta final de abril, tanto desde Bruselas cómo desde Madrid se asegura que llegarán hacia medios de mes. Habrá que ver si finalmente esto se cumple.

Cargando
No hay anuncios

En cualquier caso, de lo que no cabe más duda es que las vacunas, todas, funcionan, y lo que es urgente es acelerar el ritmo de las inmunizaciones. Bienvenidas sean las promesas de Sánchez, que lo obligan a trabajar para cumplirlas. Y, pese al escepticismo, hará falta que Salud lo tenga todo preparado para que, si todo va según lo previsto, no se pierda ninguna vacuna y se pueda cumplir el calendario.