La tercera plaza de las Glòries
Soy un barcelonés que ha visto llegar a la ciudad unos Juegos Olímpicos, dos papas, cinco Champions y tres plazas de Glòries. En la primera que recuerdo, en plenodesarrollismo, se pasaba en coche por un paso elevado en funciones de preautopista, que empalmaba con la Meridiana, a no ser que continuabas por Gran Via y bajabas por delante del Olivetti. La plaza también tenía una pasarela en altura peatonal, que acabó instalada en el Fòrum, medio escondida tras el Palacio de Congresos. Luego vino el tambor del 92, de cuando pensábamos que la gente vendría en coche a Barcelona, le dejaría en los aparcamientos disuasorios de la entrada y tomaría el transporte público hasta el trabajo. Pero treinta años más tarde el único elemento de disuasión sigue siendo Cercanías. Y ahora, en 2025, el Ayuntamiento del alcalde Collboni ha inaugurado la plaza impulsada en época de la alcaldesa Colau.
En las dos primeras plazas, Glòries era un asunto fundamentalmente motorizado. La de ahora está hecha peatonal (y apéndices como patinetes eléctricos y bicicletas, en una convivencia muy discutible). El caso es que la plaza aspira a rectificar lo que nos dijo el añorado Oriol Bohigas hace unos años en el ARA, que si en la plaza de las Glòries nos ha costado tanto encontrarle lo que es porque fue "uno de los errores más importantes del plan Cerdà": el encuentro de tres avenidas no funciona. Enterrada la Gran Via, y cortadas la Diagonal y la Meridiana, ahora sí que el espacio es una plaza y no un nudo, ni un lugar para huir piernas ayúdame, sino un espacio donde hace bueno pasear, jugar y reponer. A la nueva plaza de las Glòries le pasa como a los nuevos ejes verdes, que piden mucho mantenimiento municipal, vigilancia policial y civismo ciudadano. Es la única fórmula para que la plaza aguante y lesboomerosno tengamos que ver, en el futuro, nuestra cuarta plaza de las Glòries.