¿Qué trabajos sobrevivirán en la IA?
En pocos días ha habido dos noticias relacionadas con la empresa Amazon: una reducción de plantilla lo suficientemente sustancial como para requerir un ERE y un acuerdo millonario con OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT. No es casualidad. ¿Cuál es el objetivo a largo plazo de Amazon? Pues prescindir de tres cuartas partes de su personal, entre automatización e inteligencia artificial. De esta forma, se suma al camino que ya han emprendido otras tecnológicas: exprimir la tecnología para reducir costes laborales y aumentar la productividad.
Desgraciadamente, el enorme éxito financiero de Amazon va acompañado de algunas externalidades negativas que todavía no se han dirigido: puestos de trabajo de poca calidad, pocos ingresos públicos derivados de prácticas de elusión fiscal y aceleración del cierre del comercio a pie de calle. Es un ejemplo paradigmático del modelo "quien gana, se lo lleva todo". Ambas noticias antes mencionadas son un paso más.
Más allá de Amazon, a nivel agregado comienzan a evaluarse los impactos de la incorporación de la IA al mercado laboral. Una de las cuantificaciones más robustas que se han realizado, en Estados Unidos, ha rastreado las nóminas de alrededor de 4 millones de trabajadores entre 2021 y julio de 2025. Y, no es ninguna sorpresa, se constata la eliminación de puestos de trabajo, sobre todo en los jóvenes de 22 a 25 años que buscan un primer empleo. Se trata de jóvenes que tienen conocimientos, los mismos que puede tener la IA, pero nada de experiencia. Los sectores más afectados incluyen el desarrollo de software, la atención al cliente, las labores de marketing y comunicación, la contabilidad, las finanzas y los asistentes administrativos. Se seguirán necesitando personas en estas áreas, pero muchas menos de las que ahora se están formando.
En cambio, en aquellos trabajos en los que la IA puede servir como complemento, aumentando las capacidades que tiene la persona en el puesto de trabajo, se ha incrementado el empleo. Algunos ejemplos son la enfermería o los técnicos de mantenimiento, trabajos donde la forma de trabajar se ve potenciada por la tecnología, pero donde la intervención humana sigue siendo insustituible.
Aún es pronto para saber hacia dónde se decantará la balanza, es decir, si los trabajos que se ven aumentados por la IA compensarán los que desaparecerán. Si la proporción de Amazon debe servirnos de referencia –una reducción de tres cuartos de la plantilla–, tenemos mala pieza en el telar. También quedan incógnitas sobre la rapidez con la que se producirán estos cambios en las empresas y sobre si el mercado laboral podrá ajustarse a ellos sin demasiadas distorsiones.
Aquellos jóvenes que quieran considerar salidas laborales con menor riesgo de ser sustituidas por la IA que vayan pensando en el trabajo doméstico profesional, la cocina o la atención y cuidado de las personas. Los trabajos garantizados para las próximas décadas requerirán arremangarse, ensuciarse las manos, cargar pesos y utilizar nuestra humanidad para atender a personas vulnerables o dependientes. Quien debía decirlo.