Hasta 78.449,35 euros al año: el Parlamento sube el sueldo de los altos cargos de los grupos
La cámara crea una nueva categoría de asesores por los partidos con un nuevo salario máximo
BarcelonaEl futuro de la legislatura todavía es incierto, pero en el Parlament ya se arremangan para dejar organizados a los grupos y las cúpulas parlamentarias antes de las vacaciones. La mesa ampliada, en la que tienen presencia todos los partidos, ha fijado esta semana las normas que regularán las retribuciones de los asesores de los grupos parlamentarios –cargos de confianza que cobran del Parlament– y de las direcciones de cada formación dentro de la cámara catalana. La principal novedad es que sube el sueldo máximo que puede tener un asesor: antes era de 69.922,125 euros al año y ahora es de 78.449,35 euros –5.603,525 euros en catorce pagas– porque se ha incorporado al mismo una categoría más por el tramo alto de la tabla retributiva, según se desprende de los acuerdos de la mesa ampliada de 2023 y 2024 consultados por el ARA. Pero está por ver si alguno de los grupos ficha a alguien por ese precio.
En total, el Parlament dedica un presupuesto de 3.812.638 euros a pagar a los asesores de los grupos, que realizan tareas de apoyo y asistencia a los diputados, y desde 2021 son personal a sueldo de la cámara sin ser funcionarios –antes los contrataban directamente los partidos políticos haciendo uso de las subvenciones que recibían–. En julio de 2023 el presupuesto destinado a esta partida se incrementó en 850.000 euros, una subida que levantó polvareda porque suponía un incremento de un 30% de los recursos para contratar cargos de confianza. Ahora se ha incrementado en unos 29.000 euros más respecto al gasto fijado el pasado año, aunque, según fuentes parlamentarias consultadas por el ARA, esta subida corresponde a la actualización de los sueldos al IPC.
Los partidos reciben más o menos dinero para contratar asesores en función de los diputados que tienen, y son libres de elegir cómo los distribuyen: es decir, si prefiere tener más asesores y que cobren en el tramo bajo de la mesa (el sueldo más bajo es de 31.376 euros brutos al año, unos 300 euros más que en la pasada legislatura), o menos y que cobren las retribuciones máximas. De acuerdo con los estatutos del régimen y el gobierno interno de la cámara, los cargos de confianza no tienen derecho a indemnización si son cesados y el tiempo que están a sueldo del Parlamento no puede tenerse en cuenta como mérito en un concurso público para después ser funcionario. Otra novedad de esta legislatura es que los partidos que tengan algún diputado que necesite una asistencia especial –por ejemplo por dispacidad– pueden pedir contratar a un asesor más.
Cambios en la cúpula de los grupos
Por su parte, la cúpula de los diputados de los nuevos grupos parlamentarios costará 38.354 euros más a las arcas del Parlamento que en la legislatura anterior. Desde un punto de vista retributivo no existen cambios: los presidentes de grupo seguirán cobrando un complemento de 2.936 euros; los portavoces, de 2.803 euros; los portavoces adjuntos, de 1.847 euros; y los diputados que formen parte de la dirección del grupo parlamentario, de 1.369 euros. Son retribuciones que se añaden al sueldo base de 2.921,82 euros que perciben los diputados, y que aún puede subirse más por los complementos que cobran los miembros de la mesa y los portavoces de las comisiones, que oscilan entre los 390 y los 730 euros; y las dietas.
El incremento en el gasto total a cuenta de las nuevas direcciones parlamentarias se produce porque los grupos de más de 30 escaños, el PSC (42) y Junts (35), ven ampliados el número de diputados que pueden nombrar con función de dirección o de portavoz, que pasan de los ocho de la legislatura anterior a los 10 a la actual. ERC tendrá siete (antes tenía ocho): solo pierde uno gracias a la nueva distribución de cargos, que introduce una nueva escala para los grupos con entre 16 y 30 diputados, antes inexistente. El PP, Vox y los comunes sólo tendrán un presidente de grupo, un portavoz y un portavoz adjunto, y la nueva distribución deja a Aliança Catalana y la CUP sin estos cargos (con el anterior sistema habrían tenido derecho a un portavoz).
Dietas, la asignatura pendiente
Más allá de los sueldos de asesores y de las cúpulas de los nuevos grupos, una de las asignaturas que se arrastran desde la legislatura anterior son las dietas de los diputados, exentos de tributación. Sobre el papel, son indemnizaciones que perciben por afrontar los gastos derivados de sus funciones. Van desde los 14.264 euros anuales extras para los que viven en el área metropolitana hasta los 20.078,52 para los que viven a más de 191 kilómetros de Barcelona.
Sin embargo, en la práctica es un complemento que se cobra se acrediten desplazamientos o no, y también en agosto, cuando los diputados están de vacaciones (también lo cobraron en la pandemia, cuando los plenos eran telemáticos y había confinamiento ). En 2021, cuando Laura Borràs presidía el Parlamento, los grupos llegaron a un compromiso para reformar este sistema, pero no se logró más que hacer pasar a tributar una pequeña parte de las dietas. El presidente del Parlament, Josep Rull, se ha comprometido en una entrevista al ARA a resolverlo ya.