Alarma en Cs por el miedo a las deserciones en masa: el núcleo duro de Arrimadas acusa al PP de "comprar" cargos en todo el Estado

Después del fichaje de Fran Hervías con los populares, Edmundo Bal asegura que Casado está dispuesto a pagar "lo que haga falta"

La líder  de Ciutadans, Inés Arrimadas (izquierda), y el portavoz en el Congreso , Edmundo Bal (medio), durante un pleno

MadridAlarma en el núcleo duro de Ciudadanos justo antes de la celebración del comité ejecutivo previsto para este lunes para analizar el fiasco de la operación murciana. La decisión de Fran Hervías, ex secretario de organización y hombre fuerte de Albert Rivera, de dejar el acta en el Senado y fichar con la dirección del PP -alegando que Cs se ha convertido en una "muleta del sanchismo"- ha puesto de manifiesto que el partido naranja puede estar a punto de vivir deserciones en masa hacia el partido de Pablo Casado, después de que Génova abriera la puerta jueves a los dirigentes naranjas. La fractura, pues, no acabaría solo en Murcia, después de que los populares consiguieran incorporar tres diputados naranjas en el gobierno de Fernando López Miras y desactivaran así la maniobra de Inés Arrimadas.

En un mensaje sin preguntas desde la sede del partido, el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, ha evidenciado este domingo la preocupación del partido. Ha denunciado que el PP tiene una campaña en marcha para "comprar voluntades y personas" en toda España y que está "dispuesto a pagar lo que haga falta para comprar" gente de su partido para "combatir y destruir a Ciudadanos". A su parecer, se trata de una "nueva trama de corrupción: han abierto la caja B y están dispuestos a pagar lo que haga falta para comprar gente de Ciudadanos".

Detrás la operación estaría el mismo Hervías. Él mismo, en una entrevista en el Mundo en que anuncia su fichaje por el PP, auguraba la deserción de más dirigentes de Ciudadanos. Según explica este domingo El Español, Hervías hacía tiempo que tramaba esta operación. A diferencia del resto del equipo de Rivera, no dejó el acta de senador después de las generales de 2019 a pesar de renunciar a los cargos orgánicos. De hecho, Hervías siguió manteniendo la red de contactos que había creado como secretario de organización de Cs, y ahora es esta influencia sobre cargos territoriales la que asusta a la dirección de Inés Arrimadas.

Según el digital, él habría sido una de las personas clave para desactivar la moción de censura murciana, y ahora estaría siendo recompensado. Hay que tener en cuenta que Hervías fue precisamente quién fichó muchas de las personas que en su momento pasaron del PP a Ciudadanos, y que ahora estarían haciendo el recorrido inverso.

Quedan lejos los comentarios en Twitter de Hervías en que, ahora hace unos años, pedía "coherencia" al resto de partidos y apuntaba hacia los políticos que "cambian de opinión o se cambian de chaqueta", o en los que aseguraba que no se puede confiar en los que llevan más de 30 años viviendo de la política y van cambiando de siglas. Arrimadas también se está topando con la cruda realidad: acusa al PP de "actitudes mafiosas" para "comprar" cargos de su partido cuando en el debate de investidura de Pedro Sánchez, en enero de 2020, hizo un llamamiento al lado socialista para romper la disciplina de voto y evitar que el líder del PSOE volviera a ser presidente.

El llamamiento del PP

Ha estallado una batalla que parece decisiva en el centroderecha -el grupo de Ciudadanos en el Congreso, con solo 10 diputados, podría acabar implosionando en los próximos días, y también el del Senado, donde Hervías tenía mucha influencia-, y, consciente de la importancia de estos días, el PP ha vuelto a hacer un llamamiento este domingo para sumar dirigentes de Ciudadanos. El vicesecretario territorial, Antonio González Terol, ha insistido que el PP "tiene las puertas más abiertas que nunca a todos los que quieran sumarse al proyecto común del centroderecha en España para vencer la izquierda, como ha hecho Fran Hervías". Y ha insistido que no se puede hablar de un caso de transfuguismo en Murcia: "Transfuguismo es lo que hicieron los que traicionaron la palabra dada y el pacto firmado con el PP con luz y taquígrafos en 2019, sin que hubiera ni una mácula de corrupción".

Después de años de recibir el apoyo de los poderes mediáticos madrileños, el ex vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ha denunciado de forma velada por Twitter el control que asegura que ejerce el PP de los medios de comunicación: "Ponen y quitan tertulianos y alteran encuestas para condicionar el estado de ánimo de la opinión pública".

En medio de este escenario, el PSOE está haciendo campaña contra el PP usando las mismas palabras que Ciudadanos. También acusa a los populares de ser el partido de siempre, el de la "corrupción". Durante un acto con el candidato socialista en las elecciones madrileñas, Ángel Gabilondo, la portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, ha reivindicado la política limpia ante la moral "de saldo" de los populares, que han intentado "tapar su corrupción comprando gente y vendiendo cargos" como si se tratara de un "mercado persa". Sábado, el secretario de organización del PSOE y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ya había comparado la situación con una "venta de esclavos". Pendientes de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid valide o no las elecciones convocadas por Isabel Díaz Ayuso, todo el mundo empieza a cavar trincheras para el enfrentamiento abierto en la Comunidad.

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