Aragonès y Urkullu ven “insuficiente” el plan de Sánchez

Abascal desafía al gobierno español y afirma que no se pondrá la mascarilla

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DAVID MIRÓ
3 min
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante la rueda de prensa que ofreció martes, previa a la Conferencia de Presidentes.

MadridEl plan anunciado por Pedro Sánchez para combatir la sexta oleada no convenció a muchos presidentes autonómicos, y en especial al catalán, Pere Aragonès, y al vasco, Iñigo Urkullu, que se mostraron especialmente críticos. Los dos trasladaron a Sánchez su malestar tanto por la manera de proceder, convocando una reunión para comunicar unas medidas ya tomadas, como por su poca ambición. Los dos líderes consideraron que el plan es “insuficiente” y reclamaron medidas “más valientes, coordinadas y en todo el Estado”. Usando una frase usada por Sánchez al inicio de la pandemia, y lanzando también un dardo a Ayuso, el presidente catalán remarcó que “el virus no entiende de territorios”.

Durante la reunión, Aragonès reclamó la extensión del fondo covid para el 2022 para reforzar el sistema sanitario e implementar líneas de ayudas a los sectores afectados. Y también que los padres con hijos que tengan que hacer cuarentena puedan pedir la baja laboral. Comunidades como Cantabria, Aragón, Madrid, Castilla y León o Extremadura se alinearon con el presidente catalán en la demanda de más recursos al Estado.

El president compareció después de la reunión en el Palau de la Generalitat para expresar su “decepción, preocupación y disconformidad con el encuentro”. El president considera que el gobierno español ha tomado pocas medidas y cree que esto es “temerario” por el nivel de contagios actual. En este sentido, avisó de que la Generalitat no dará marcha atrás en ninguna restricción a pesar de que el Estado no las secunde. “Me reafirmo en todas las medidas que anunciamos el lunes”.

Aragonès marca así una distancia muy clara con Sánchez, que ayer hizo un discurso optimista sobre el impacto de la sexta oleada, y con otros presidentes autonómicos, como la madrileña Ayuso, que se niegan a aprobar restricciones más fuertes. Por su parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, que no ha aclarado todavía si se ha vacunado, anunció en un tuit que no se pondrá la mascarilla en la calle y calificó a Sánchez de “aprendiz de tirano”.

Normalidad en las fiestas

Sánchez compareció también en el Senado después de la reunión y exhibió un discurso optimista a pesar de los datos de contagios. “No estamos en marzo de 2020 ni en la Navidad del año pasado; tenemos al 90% de la población vacunada”, insistió el presidente español, que en todo momento defendió que se tienen que poder celebrar las fiestas con normalidad. “El año pasado hubo cabalgatas en una situación mucho peor, pues este año también”, aseguró. Y cuando se le preguntó por las restricciones de aforo o movilidad, desvió la responsabilidad hacia las comunidades. “Pueden tomar medidas en el ámbito de sus competencias”, dijo. Por la mañana ya le había dicho a Pablo Casado que “las familias podrán celebrar Navidad; España ha resistido”.

Sánchez también rechazó una demanda de muchos presidentes autonómicos -aprobar una ley de pandemias- porque considera que actualmente ya hay “instrumentos jurídicos suficientes”. Y también rechazó la petición de más recursos, el fondo covid, porque considera que con los 7.000 millones que ahora está previsto destinar a las comunidades hay “suficiente”. Eso sí, Sánchez se comprometió a celebrar reuniones periódicas de la Conferencia de Presidentes mientras dure esta sexta oleada.

En realidad, los presidentes autonómicos están divididos entre los que quieren más restricciones y los que creen que no son necesarias. Y no hay una lógica política detrás. Así, mientras Ayuso no quiere ni la mascarilla, Núñez Feijoó (Galicia), Moreno Bonilla (Andalucía) y Mieras (Murcia), todos del PP, quieren ir más allá. Y socialistas como García-Page reclamaron incluso el cierre de fronteras. Con la escalada de contagios, el debate está lejos de cerrarse.

Ayuso intenta hacer las paces con los sanitarios

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, calificó ayer de “extraordinaria” la labor del personal de atención primaria y de urgencias en los hospitales ante el covid, y lo aprovechó para dar la vuelta a la tortilla criticando a la izquierda por politizar la sanidad pública. Las declaraciones de Ayuso llegaban después de que anunciara que investigaría si en algunos centros de salud no se está actuando correctamente. “Cuelgan el teléfono o no lo cogen, de golpe no hay médicos...”, criticó. Sus palabras levantaron polvareda, porque señalaban directamente a los médicos como los culpables del colapso en la atención primaria por falta de profesionales.

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