Armengol lidera la oposición interna en el PSOE por el Sáhara
La presidenta balear muestra públicamente su discrepancia con la apuesta por la vía marroquí
Palma"El esfuerzo tiene que ser para conseguir el Sáhara libre, lo más justo para este pueblo". La presidenta balear, Francina Armengol, verbalizó su posición en la última sesión de control en el Parlament de les Illes esta semana, mostrando públicamente, y casi por primera vez, la disconformidad con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, en una cuestión de estado: el aval de la propuesta de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental, que supone una renuncia de facto a la apuesta histórica por el referéndum de autodeterminación. Armengol y el presidente de las Islas Canarias, Ángel Víctor Torres, los dos socialistas, se han desmarcado los últimos días del cambio de postura del PSOE en la Moncloa, como también lo ha hecho la corriente interna Izquierda Socialista o algún diputado como el vasco Odón Elorza. Pero la presidenta ha hecho ver el desacuerdo tanto en primera persona como a través del portavoz de su gobierno, Iago Negueruela, y también de la portavoz parlamentaria del PSIB, Pilar Costa.
El pasado sábado Armengol ya se pronunció en Twitter destacando que “el pueblo saharaui merece vivir en paz y en libertad”, mientras que Negueruela, que siempre apela a la cortesía institucional para no entrar en conflicto con el Estado, apuntó el lunes que "Se tienen que respetar los derechos humanos de la población saharaui y se tienen que aprobar las diferentes medidas que tendrían que permitir el reconocimiento de su pueblo". Costa rizó el rizo reafirmando: "Estamos dónde hemos estado siempre: junto al pueblo saharaui, defendiendo el derecho internacional y las resoluciones de la ONU". En la Moncloa apuntan que la discrepancia de la presidenta proviene de sus circunstancias personales, según informa Ot Serra. Armengol, desde hace prácticamente una década, apadrina a dos primos saharauis, ya mayores de edad, que pasan en Mallorca los nueve meses de la etapa escolar a través del programa Escola en Pau, financiado por el Govern Balear. La realidad, sin embargo, es que las Islas históricamente han tenido unos vínculos muy fuertes con el Sáhara, tanto en el ámbito político como en el social.
Unanimidad parlamentaria con la excepción de Vox
La totalidad de los partidos del Parlament balear, con la excepción de Vox, se han mostrado abiertamente adheridos a la causa saharaui. En la manifestación convocada el fin de semana pasado por la asociación Amigos del Pueblo Saharaui, estuvo presente el presidente de la cámara, Vicenç Thomàs, la segunda autoridad de la comunidad y un histórico del PSOE. "Desde siempre ha habido una gran unanimidad con el pueblo saharaui, no ha ido ni de derechas ni de izquierdas", explica Pere Rotger, expresidente del Parlament por el PP. Como pasa en Asturias o el País Vasco –también históricamente en Catalunya–, hay un intergrupo parlamentario que aglutina a casi todos los partidos con representación, solo con la ausencia de la extrema derecha. Este martes ya firmaron un manifiesto conjunto donde todos, incluido el PSIB, lamentaban "el cambio de posición" de Sánchez y apoyaban las resoluciones de las Naciones Unidas que apuestan por la celebración de un referéndum en la región.
El compromiso político balear con el Sáhara se observa también en el hecho de que los presupuestos autonómicos incluyan, por mandato del Parlament, una línea de ayuda directa para el Sáhara. Una "excepción" en el ámbito autonómico, destaca la directora general de Cooperación, Laura Celià. En los últimos veinticinco años, la República Árabe Saharaui Democrática ha recibido 6,5 millones de euros desde las Baleares y es la quinta región de las 68 con las que coopera la comunidad con más financiación destinada.