Tribunales

Borràs moviliza a sus seguidores para defender su "honestidad" y denunciar un "ensañamiento"

Más de 300 personas van al Ateneo Barcelonès a apoyarla en un acto sin miembros del Govern

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La presidenta del Parlamento , Laura Borràs, este sábado al Ateneo Barcelonès.

BarcelonaAl caso Borràs todavía le quedan muchos capítulos hasta su desenlace tanto político como judicial, pero la presidenta del Parlament ya busca movilizar a sus seguidores, que este sábado han asistido a un acto de apoyo en el Ateneo Barcelonès. Sala Bohigas, con unos 250 asientos, se ha quedado pequeña y se ha tenido que habilitar una segunda sala. Incluso ha habido personas que se han quedado apoyándola desde el exterior del recinto. Borràs ya busca, pues, exhibir apoyos para defender su "honestidad" y denunciar un "ensañamiento", como ella misma ha dicho hoy. Y, sobre todo, para intentar ganar la batalla del relato asegurando que el suyo es un caso más de represión del Estado y no de presunta corrupción, como consideran ERC y la CUP.

La presidenta ha sido la protagonista absoluta del acto, pero en su turno de palabra ha sido más bien breve y básicamente para agradecer apoyos. Después, sin embargo, ha hecho unas declaraciones para defender que su caso –en el que se la investiga por favorecer a un empresario amigo con un presunto fraccionamiento de contratos– es un caso "político" que no tiene nada que ver con la corrupción. Ha evitado las críticas directas a ERC y la CUP –que no comparten este enfoque–, pero ha dejado claro que batallará para que en el Parlament lo vean como ella: "Las cuestiones políticas se resuelven políticamente en el Parlament y, por lo tanto, esta también es una cuestión que resolveremos en la mesa del Parlament".

Uno de los focos de atención del acto era quién asistiría y quién no de la estructura del partido, del grupo parlamentario y del Govern. En los dos primeros casos no ha habido sorpresas: han estado el secretario general del partido, Jordi Turull; el presidente del grupo en el Parlament, Albert Batet, y diputados como Aurora Madaula y Francesc de Dalmases. También senadores como Josep Lluís Cleries, regidores como Jordi Martí y exconsellers como Miquel Sàmper. En cambio, no ha ido ningún miembro del actual Govern. Borràs no ha querido abrir ninguna polémica y ha asegurado que se siente perfectamente avalada por todos los consellers de Junts: "No he echado de menos a nadie. Las personas del Govern de Junts firman todas el manifiesto –de apoyo a ella– y no he querido en ningún caso que nadie dejara de atender sus agendas". Según la agenda pública del Govern, hoy tenían actos Violant Cervera y Jaume Giró.

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, este sábado en el acto de apoyo que le han organizado.

El objetivo del acto en el Ateneo ha quedado resuelto con la primera intervención de la presentadora, la actriz Lloll Bertran, que ha dicho que el caso que afecta a la presidenta es "una persecución judicial cargada de irregularidades". A partir de aquí el hilo conductor han sido las intervenciones de personas vinculadas al mundo de la cultura que han glosado –y alabado– la figura de Borràs. Desde exconsellers de Cultura, como Ferran Mascarell y Lluís Puig, hasta colaboradores de la Institución de las Letras Catalanas (Margarida Aritzeta y Joan-Elies Adell), pasando por productores culturales (Pere Camps), escritores (Rosa Fabregat y Biel Mesquida), poetas (Vicenç Altaió) y cantantes (Maria del Mar Bonet), entre otros. "Laura Borràs ha trabajado a fondo por los creadores de la cultura catalana y es por todo eso que apoyamos a Laura Borràs", ha resumido Bonet.

El dardo de Torra

A pesar de todo, ha sido inevitable que todo ello derivara hacia la vertiente política con las intervenciones de los expresidentes Carles Puigdemont (desde Prats de Molló) y Torra (in situ). Puigdemont ha denunciado los "complots" del Estado para "perjudicar a rivales políticos" y Torra se ha mostrado convencido de que Borràs hizo una gestión impecable: "Que le caiga encima la palabra corrupta es lo más injusto del mundo". Sin mencionarlos explícitamente, Torra ha mostrado su disgusto con ERC y la CUP, que no avalan que el caso de Borràs sea represión: "Si no aprendemos de una vez que una cloaca es una cloaca, no lo conseguiremos nunca".

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