El cambio del PSC en la política exterior: ¿qué decía y qué dice ahora?
El gobierno de Salvador Illa quiere intensificar la presencia de Cataluña en Asia
BarcelonaEl presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha vuelto de su viaje de Japón y de Corea convencido de que el futuro de la acción exterior de la Generalitat pasa por Asia. Tanto es así que su gobierno ya trabaja en un plan para intensificar las relaciones entre Cataluña y el continente, que se presentará en los próximos meses, y que podría suponer abrir nuevas oficinas en China o en la India. Ahora bien, el PSC no siempre ha sido igual de entusiasta con la expansión de la red de las delegaciones en el exterior. Sin ir más lejos, en el 2023 exigió al entonces presidente, Pere Aragonès, que frenara la apertura de nuevas oficinas ese año. ¿Han cambiado los socialistas su discurso ahora que Salvador Illa manda a la Generalitat?
Fuentes del PSC consultadas por el ARA lo niegan y señalan que su partido siempre ha estado a favor de la acción exterior de Catalunya para promover sus intereses económicos y culturales, como también hicieron los presidentes Pasqual Maragall y José Montilla. Y subrayan que, incluso cuando Cs y el PP llevaron el pulso por las delegaciones al extremo pidiendo su cierre durante el Proceso, el PSC se desmarcó de esa posición a pesar de ello pudiera pasarles factura a las urnas.
Ahora bien, en la última legislatura los socialistas cargaron contra la estructura de acción exterior "muy extensa y poco transparente" que, a su juicio, se desarrolló durante el Proceso. Así se recogía en un documento elaborado por el Gobierno a la sombra de Salvador Illa, que también censuraba que "la existencia de un total de 45 viajes internacionales del presidente y de los consejeros, con un importe de más de 470.000 euros, cuyo principal objetivo era la promoción del llamado proceso", entre 2011 y 2017, según un informe del Tribunal de Cuentas.
Una "estructura de estado"
En el mismo documento, el PSC lamentaba que en esa época "se privilegiaron las cuestiones más cargadas de simbolismo -delegaciones, relaciones con organismos multilaterales, relaciones con otros estados- y se creó -con grandes dificultades- un departamento responsable, entre otras materias, de la acción exterior (...) con el objetivo, nada disimulado, de añadir grueso de esta estructura". Sin embargo, fuentes del grupo parlamentario socialista puntualizan que una cosa es discutir el enfoque político de la acción exterior que hacía el independentismo —que consideraban carente de "lealtad institucional"— y, la otra, la acción exterior en sí misma.
Precisamente, y en declaraciones desde Japón, el propio Isla aseguró que, como jefe de la oposición, él nunca entró a criticar los viajes de Aragonés. "Y quiero recordar que en algunas cuestiones en materia de las oficinas en el exterior y el proceso de selección del personal de Acción y delegaciones, contó con el apoyo de mi formación", añadió. Sin embargo, y durante la pasada legislatura, fuera de micrófonos dirigentes del PSC fueron críticos con la agenda de alguno de los viajes de Aragonès, por ejemplo, durante la gira en Latinoamérica y la reunión frustrada con el presidente colombiano Gustavo Petro.
El punto álgido del pulso
El punto álgido del pulso del PSC con Esquerra por las delegaciones en el exterior llegó a la negociación presupuestaria del 2023. Los socialistas situaron encima de la mesa la exigencia de desbloquear el Hard Rock, la B-40 o la ampliación del aeropuerto de Barcelona, pero también que no se abriera la situación durante la situación no lo aconsejaba. En 2023, las cuentas de la Generalitat ascendían a un techo histórico: 41.025 millones de euros, con un 15,2% más de ingresos no financieros, y un crecimiento de la economía catalana en el 5,5%, con la inflación iniciando su descenso. "El tema económico era una excusa, las delegaciones son una parte ínfima del presupuesto. Les molestaba la acción exterior", opina un dirigente de ERC en el caso de esa negociación.
Finalmente, la petición no se incluyó en el acuerdo de presupuestos, que destinaban 15 millones a las delegaciones (un millón y medio más respecto al año anterior), pero el Gobierno acabó asumiendo que en el 2023 no abriría nuevas y se centraría en consolidar las ya existentes. Fuentes socialistas justifican ese veto por la necesidad de "revisar" cómo está organizada la red y los criterios "discutibles" que se plantearon en el 2023 para expandirla. También consideran que era necesario "racionalizar" los recursos que se destinan, tarea con la que está embarcado ahora el conseller del ramo, Jaume Duch. Se ha hecho, por ejemplo, en Corea del Sur, donde Acció finalmente se instalará en la sede de la delegación política después de que hayan operado separados desde que ésta abriera sus puertas, en el 2023.
La investidura, segunda parte del partido
Pese a las diferencias entre ERC y PSC sobre las delegaciones, la segunda parte del partido se jugó en la negociación del acuerdo de investidura de Salvador Illa. Esquerra exigió a los socialistas que se comprometieran a ampliar la red durante la legislatura e impulsaran el cuerpo de acción exterior que Serret dejó a medias (la ley ya se ha aprobado). Los republicanos celebran haber forzado al PSC a lograr este compromiso, si bien se miran con recelo la política que están haciendo ahora desde el departamento.
En este sentido, fuentes republicanas lamentan que los socialistas quieran "subordinar" la acción exterior al discurso del gobierno español y los embajadores, omnipresentes en los viajes internacionales que ha hecho el presidente. De hecho, apuntan que en su día el PSC llegó a sugerir que, para facilitar trámites, los delegados solicitaran a las embajadas pasaportes diplomáticos, lo que les habría dejado a merced del ministerio de Asuntos Exteriores. Sobre la gira de Isla en Japón y Corea, también expresan dudas y quieren seguir "de cerca" el gasto dedicado al Gobierno, una inquietud que también trasladan desde Junts.