BarcelonaEl presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha protagonizado este sábado una remodelación de su ejecutivo que, a pesar de ser esperada, ha sorprendido por la celeridad con la que se ha llevado a cabo y por el alcance de los cambios, que afectan buena parte de lo que hasta ahora era su núcleo duro en la Moncloa. Estas son las altas y bajas de una crisis de gobierno que no ha afectado a los ministros de Unidas Podemos.
La hasta ahora vicepresidenta primera del gobierno español ha sido una de las primeras bajas confirmadas de la remodelación de Pedro Sánchez. Hacía tiempo que se especulaba con una salida del ejecutivo por parte de Calvo (Cabra, 1957), que deja su lugar como vicepresidenta primera a Nadia Calviño, mientras que la cartera de Presidencia se la quedará uno de los hombres de confianza de Pedro Sánchez, Félix Bolaños.
Otro de los hombres fuertes hasta ahora de Pedro Sánchez que deja el ejecutivo. El ministro de Transportes (Valencia, 1959) deja el consejo de ministros y se centrará a partir de ahora en la secretaría de organización del PSOE, desde donde tendrá que preparar las elecciones municipales y autonómicas de 2023, así como las españolas que podrían coincidir también por aquellas fechas. Lo relevará la hasta ahora alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez, que es una de las grandes sorpresas del nuevo gobierno.
Otra de las sorpresas del día. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo (Sevilla, 1961), deja el gobierno español apenas después de haber aprobado los indultos para los presos independentistas y con la reforma de la sedición todavía en su cajón. Lo sustituirá Pilar Llop, hasta ahora presidenta del Senado. A su vez, Lop será sustituida al frente de la cámara alta por Ander Gil (Barakaldo, 1974).
La gran sorpresa del día ha sido el adiós también del hasta ahora gurú de Pedro Sánchez. Iván Redondo (San Sebastián, 1981) deja de ser el director de gabinete del presidente español después de años siendo su mano derecha y el hombre a la sombra de los principales movimientos estratégicos de Sánchez. A menudo discutido en el PSOE, Redondo deja ahora su lugar a Óscar López, que fue secretario de organización del PSOE entre 2012 y 2014.
També hay cambios al frente de Exteriores. Arancha González Laya (Tolosa, 1969) dejará su cargo después de solo un año y medio. Laya sustituyó a Josep Borrell y su tarea al frente de la diplomacia española ha sido siempre muy discutida. La sustituirá José Manuel Albares, hasta ahora embajador en París y que ya había sido asesor de Pedro Sánchez en el pasado.
Pedro Duque (Madrid, 1963) fue uno de los fichajes más sorprendentes de Pedro Sánchez cuando llegó a la Moncloa después de la moción de censura a Mariano Rajoy y uno de los pocos que todavía continuaba en el ejecutivo. Ahora, sin embargo, dejará su cargo y será sustituido por Diana Morant (Gandía, 1981), que es ingeniera de telecomunicaciones y hasta ahora alcaldesa socialista de Gandía.
La ministra de Educación, Isabel Celáa (Bilbao, 1949), era otro de los nombres que aparecía en todas las quinielas para dejar el ejecutivo español si había finalmente una remodelación. Los pronósticos se han cumplido y dejará su lugar al frente de Educación a Pilar Alegría (Zaragoza, 1977), que hasta ahora era la delegada del gobierno español en Aragón. Celáa deja como legado la aprobación de una nueva ley de Educación -la ley Celáa- hecha para superar la Lomce.
Otro de los cambios esperados. El ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes (Valencia, 1968) también tendrá que hacer las maletas en esta crisis de gobierno. La sorpresa es, en este caso, el nombre de su sustituto. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, deja la cartera de Política Territorial solo seis meses después y pasará a ocupar la de Cultura y Deportes. A Iceta lo sustituirá la alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, que también será portavoz del gobierno.