Crisis en el Govern

Carod-Rovira y Ortega, los dos vicepresidentes cesados antes de Puigneró

La reunión del republicano con la cúpula de ETA y las tensiones de Convergència i Unió sobre el Procés precipitaron su salida

Pasqual Maragall, José Luis Rodríguez Zapatero y Josep-Lluís Carod-Rovira

BarcelonaExisten dos precedentes en el gobierno de la Generalitat en los que el president haya acabado cesando a su vicepresidente. El primero se produce en 2004, cuando la primera gran crisis del gobierno de Pasqual Maragall se saldó con la dimisión de Josep-Lluís Carod-Rovira como conseller primer del Govern. El segundo tuvo lugar en 2015, cuando Joana Ortega salió del ejecutivo de Artur Mas en medio de las tensiones entre Convergència i Unió sobre el Procés.

Solo hacía 36 días que el tripartito gobernaba, el 26 de enero de 2004, cuando el diario Abc puso al ejecutivo catalán contra las cuerdas. El rotativo publicó que el gobierno español de José María Aznar había descubierto que Carod-Rovira se había reunido en secreto con representantes de ETA mientras ejercía como presidente en funciones (Maragall había empezado unos días de descanso). "Carod-Rovira ultima un pacto con ETA para que no perpetre atentados en Catalunya", decía la noticia. De ese encuentro cerca de Perpiñán no sabían nada ni el president de la Generalitat ni una buena parte de la ejecutiva de ERC. ¿Por qué Carod-Rovira no explicó a Maragall el encuentro? "Hay veces en las que no hay espacio de maniobrabilidad" para informar de estas cuestiones, argumentó el republicano en una rueda de prensa.

La presión política exigiendo la salida de Carod-Rovira del Govern creció. No solo el gobierno español lo reclamó sino también el PSOE, hasta el punto de que al día siguiente el republicano puso su cargo a disposición. El entonces secretario general socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, publicó un comunicado en el que instaba a Maragall a aceptar la renuncia de Carod-Rovira. Maragall acabó cediendo, remodeló el organigrama del ejecutivo y eliminó el cargo que ocupaba el líder de ERC. Pero lo mantuvo en el Govern como conseller sin competencias. "El Govern no puede recuperar su crédito sin asumir responsabilidades políticas y, por lo tanto, acepto la renuncia y le quito sus competencias", explicó el president. Carod-Rovira acabaría dimitiendo.

Los 'consellers' Ramon Espadaler y Joana Ortega llegando a la reunión de la cúpula de Unió.

Once años después, en junio de 2015, Convergència envió un ultimátum a su socio de coalición electoral, Unió: tenían una semana para decidir si subían al carro de la independencia y aceptaban un programa que la defendiera en las elecciones plebiscitarias de septiembre de 2015. Los democristianos acabaron acordando la salida de sus tres miembros en el Govern. Y el entonces president, Artur Mas, tuvo que firmar el cese de la vicepresidenta, Joana Ortega, como también el de los consellers Ramon Espadaler, de Interior, y Josep Maria Pelegrí, de Agricultura. "Es un ejercicio de coherencia", decía entonces Espadaler. Ortega y Carod-Rovira, pues, eran hasta hoy los dos únicos vicepresidentes cesados por el president de la Generalitat. A partir de este miércoles, Jordi Puigneró se ha sumado a la lista.

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