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Los carteles contra los Maragall destapan una estructura paralela en ERC

El partido vehicula pagos por diferentes acciones a través de una empresa

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La sede de Erc en una imagen de archivo

BarcelonaPara que los carteles denigrantes contra el Alzheimer de Pasqual Maragall vieran la luz en la campaña de las pasadas elecciones municipales en Barcelona hubo al menos un militante de ERC que los encargó, tres personas ajenas a la organización a las que se contrató para que los engancharan y un vínculo directo entre este militante y personas de la cúpula del partido. Éste es un ejemplo del esquema de "la B", la estructura paralela bautizada con este nombre por algunos de sus impulsores, que ha ido funcionando en los últimos años a la sombra de Esquerra, según numerosas fuentes consultadas por el ARA, en una investigación que se ha alargado durante un año.

La base de esta estructura no la ocupa un militante en solitario, sino que han formado parte de ella varias personas, hasta cinco en el núcleo más reducido, pero ha contado con más colaboradores, muchos vinculados a las juventudes del partido. Este diario, además, ha podido comprobar que existe un último engranaje en el mecanismo: una empresa a través de la que se han facturado los servicios prestados. Relevance, dedicada al mundo del marketing digital y habitual desde hace ocho años en las campañas electorales del partido, ha sido la elegida para realizar los pagos.

En el caso contra los Maragall, el ARA ha confirmado que funcionó de la siguiente manera: el militante de base –quien encarga los carteles– presentó las facturas a los responsables de comunicación del partido y estos las enviaron a Relevance para que las pagara. Facturas de 1.000 y 2.000 euros presentadas en diferentes períodos. Y no sólo a nombre de ese militante, sino también de uno de los chicos que colgaron los carteles. En mensajes y conversaciones a las que ha tenido acceso el ARA, de cuando la investigación judicial les apuntaba directamente, los chicos que colocaron los carteles aceptan que pueden atraparlos si alguien descubre la relación entre el partido y la empresa, y admiten que en caso de que empiecen a salir facturas no tendrán escapatoria. Se refieren a las facturas que han emitido en Relevance y que antes han pasado por ERC. Fuentes de la empresa confirman que han pagado al menos tres facturas con el nombre de uno de los jóvenes que confesaron ante el juez haber puesto los carteles contra los hermanos Maragall. Sin embargo, dicen que para realizar unas tareas de monitorización de redes.

Los pagos llegaron a los jóvenes de los carteles, pero también al militante de ERC que los contrató para que lo hicieran, y que fue investigado por los Mossos d'Esquadra como presunto autor de un delito de odio –que finalmente el juez descartó–. Que él fue el responsable del encargo de los carteles lo supo la cúpula de comunicación de ERC poco después de que estallara la polémica. Sin embargo, este joven igualadino siguió cobrando, al menos 3.000 euros en dos ocasiones después de marzo del 2023.

Este sistema de pagos, sin embargo, no era nuevo en el partido. Varias fuentes implicadas aseguran que es la forma habitual de funcionar de "la B" o de "los niños", como también se refieren a ellos desde la cúpula de comunicación, según ha podido comprobar este diario en varias conversaciones. Facturas que, como autónomos, emiten estos militantes y simpatizantes republicanos –o personas a las que contratan– para realizar trabajos que el partido no quiere hacer directamente, que pasan por algunos responsables de comunicación de ERC y terminan en Relevance. De hecho, había personas en el partido que tenían como tarea mantener una interlocución con este grupo de jóvenes para saber cómo estaban y qué necesitaban.

Técnico de comunicación

Fuentes que han participado en esta estructura explican que los pagos eran regulares sin que fuera necesario justificar acciones concretas. Las facturas, a las que ha tenido acceso el ARA, se emitían con conceptos genéricos como "Técnico de comunicación". Fuentes de la empresa Relevance reconocen la existencia de estas facturas, que cifran en 1.000 o 2.000 euros cada una, pero subrayan que siempre han obtenido un retorno a cambio en forma de informes sobre redes sociales. Una decena de personas habrían cobrado de la empresa a través de ese sistema. ERC contrata Relevance para realizar estos informes, pero también es ERC quien elige a las personas que deben hacerlos, asegura la empresa, que se limita a aceptarlas.

Dos altos dirigentes políticos del ámbito de la comunicación de ERC han estado al corriente de "la B", según ha comprobado este diario: Sergi Sabrià, actual viceconsejero del Govern, y Marc Colomer. Ambos ocuparon en algún momento el cargo de vicesecretario de comunicación de ERC. Consultados por el ARA, ambos niegan su participación en esta estructura paralela, de la que aseguran que no tenían ningún conocimiento, pese a las pruebas que ha podido contrastar este diario durante la investigación. La posición oficial del partido es la siguiente: "ERC no tiene esa estructura y nunca ha pagado facturas que no fueran por el trabajo encargado". En el caso de los carteles de Maragall, el partido apunta a una acción puntual del entonces director de comunicación, Tolo Moya. El ARA ha comprobado que Moya mantenía la interlocución con los jóvenes y también pasaba las facturas a Relevances, pero también que carecía de la iniciativa en "la B" y que recibía órdenes de los dirigentes políticos de comunicación. En este sentido, jóvenes que trabajaron por "la B" confirman a este diario que Moya sólo era su intermediario, pero que la coordinación del grupo llegaba de arriba.

El ARA tiene constancia de al menos tres acciones promovidas por este grupo, aunque varias fuentes elevan el número a decenas –muchas, a través de las redes sociales, en forma de perfiles falsos–. La de los carteles contra los Maragall es la única que acabó judicializada: el candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona no fue consciente de que era un ataque de falsa bandera hasta enero de este año, diez meses después de pegado de los carteles. Poco después, y tras una conversación con personas del partido y del Govern, Maragall decidió retirar la querella que había presentado en marzo del 2023.

'Mariachis' en Junts

El 29 de septiembre del 2022, frente a la sede de Junts, tres mariachis se dedicaron a tocar su repertorio mientras, dentro, la ejecutiva discutía si debían salir del Govern tras la destitución de Jordi Puigneró. Se les contrató por teléfono –tras valorar varios grupos disponibles– y se les envió al piso de enfrente, para evitar decirles que se trataba de una acción política en la sede de los junteros. A los mariachis no se les pagó a través de Relevance, pero el autor de la llamada –del mismo grupo de quienes encargaron los carteles contra los Maragall– siguió cobrando a través del sistema preestablecido. Y en las últimas municipales, para remarcar la complicidad entre los programas de Jaume Collboni (PSC) y Xavier Trias (Juntos), "la B" impulsó otro cartel, el del beso en boca entre los dos líderes rivales.

En general, explican fuentes al ARA, se trata de realizar acciones que al partido no le interesa que se le atribuyan. A veces, como en el caso de los carteles contra el Alzheimer de Pasqual Maragall, se les ha ido de las manos, reconocen las fuentes. El contacto entre algunas personas de la cúpula de comunicación y los militantes de base que forman parte de esta estructura se intenta mantener lo más discreto posible: se utilizan aplicaciones de mensajería como Keybase, Confide y Signal, más difíciles de rastrear.

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